

Hace cinco años, Roman Röösli y Barnabé Delarze tomaron la línea de salida en Río como la mitad de un equipo de cuatro scull. Ahora se dirigen a una nueva línea de salida en doble scull y se encuentran en la cima del remo suizo. On ha hablado con ambos atletas sobre sus sueños y metas poco antes de viajar a Tokio.
Roman Röösli: Cuando empecé en el remo junior a los 13 años, en ese momento, nunca pensé que llegaría a ser un atleta profesional. Eso fue pasando con el tiempo. Y con mi sueño olímpico pasa algo parecido. Solo cuando pasé a formar parte del equipo de élite de mi club, comencé a pensar que no tenía que ser solo un sueño, podría ser un objetivo, una meta.
Roman Röösli: Siempre sueñas con ello, incluso de niño. Pero, en principio, no crees que pueda convertirse en un objetivo realista.
Barnabé Delarze: Bueno, la verdad que bastante teniendo en cuenta la pandemia (risas). Pero nuestras experiencias en Río sin duda nos ayudarán en Tokio. Sabemos qué esperar. Nos centraremos automáticamente en la carrera, que también se fomentará a través de todas las medidas que se han implantado en el lugar.
Barnabé Delarze: En términos deportivos, las cosas no han cambiado tanto para nosotros. Las sesiones de entrenamiento y las opciones de entrenamiento han sido similares a lo que eran antes del coronavirus. Aunque evidentemente a nivel mental las sensaciones son distintas ya que hemos tenido un año adicional. Pero hemos utilizado ese tiempo extra para probar cosas nuevas.
Roman Röösli: Por supuesto, también hubo menos competiciones en 2020 pero, por lo demás, no fue un mal verano para nosotros. En 2021, todas las regatas se han reanudado o se han ido celebrando los eventos aplazados.
Barnabé Delarze: En términos deportivos, hemos puesto nuestras miras un poco más altas debido a este año extra. En 2020, queríamos llegar a la final y recibir una medalla. Ahora vamos a Tokio a llevarnos una medalla a casa. Con un poco de suerte, tal vez el oro, ¿quién sabe?
Roman Röösli: Siempre es mejor contar con el apoyo de nuestros aficionados. Unas gradas llenas son siempre más divertidas: cuanta más gente nos apoye, más mágica será la atmósfera para nosotros. Pero especialmente los remeros, tenemos muchas competiciones en las que las multitudes son manejables. Y nos hemos acostumbrado a ello. Pero las cosas siempre van mejor si los aficionados suizos están allí brindándonos apoyo.
Roman Röösli: Sí, pienso que sí. Definitivamente no estamos menos preparados. Hemos tenido un año más de entrenamiento y hemos podido coordinarnos aún mejor.
Barnabé Delarze: Pero, por otro lado, todos los demás equipos también lo han tenido (risas). Los mismos equipos que habrían participado en 2020 estarán en la línea de salida. Así que estoy seguro de que todos han tratado de sacar lo mejor de esta situación. Obviamente, el nivel medio será más alto y mejor en 2021 de lo que hubiera sido en 2020.
Roman Röösli: Tiene que ser el próximo objetivo frente a ti el que te proporcione la mayor motivación. Como atletas profesionales, sabes que solo puedes lograr tus objetivos si mantienes el rumbo. Y ese entrenamiento constante siempre aumenta tus posibilidades de hacer realidad tus sueños.
También sé antes de cualquier sesión de entrenamiento que estaré orgulloso de mí mismo y de mi rendimiento posterior. Eso siempre me motiva. Así que no importa cómo te sientas antes, te sentirás mejor después. De hecho, también creo que nadie puede estar 100 % motivado todos los días. Eso también forma parte de la élite del deporte.
Barnabé Delarze: Para mí, no son las duras sesiones de entrenamiento las que necesitan más motivación. Son las aburridas. Las sesiones de entreamiento duras son geniales. Son difíciles, pero sabes y sientes que sacas algo positivo de ello. Y cualquier otra cosa se trata más de acostumbrarse que de estar motivado.
Roman Röösli: Sí, el ciclo de 4 años de los Juegos Olímpicos es diferente a cualquier otra cosa en nuestro deporte. Y preparamos todo lo demás alrededor suyo. Los Juegos Olímpicos se celebran con menos frecuencia y la clasificación no es precisamente sencilla. Nuestras sesiones de entrenamiento y el año en sí se preparan de la misma manera que en un año de campeonato mundial. Pero viajar a Japón, prepararse allí y aclimatarse al país es más intenso e importante que los preparativos para cualquier campeonato mundial o europeo.
Roman Röösli: Claro, es nuestra meta y estamos muy centrados en ello. No solo pensamos constantemente en ese momento, sino que es esa imagen la que nos motiva.
Roman Röösli: Pues si al final sucede, disfrutaremos del momento y no pensaremos en el próximo objetivo de inmediato.
Barnabé Delarze: Por supuesto, si eso sucede, tendrá un impacto en nuestras carreras. Es lo máximo a lo que puedes aspirar. Para nosotros, los remeros, no hay nada más grande ni más importante que el oro olímpico. Así que puedes mantenerte en el mismo nivel o empeorar. O puedes cambiar a una clase de barco diferente. Ese sería nuestro nuevo objetivo y un nuevo sueño para nosotros.