

Mike Key, director de producción en Londres, nos habla de perspectivas vitales, de cuidar a tus amigos y de por qué va a correr 52 medios maratones en 52 semanas.
«¿Te importaría sacar mi máscara para los ojos del congelador?», Mike recuerda que le preguntó a su novia un tranquilo domingo de agosto de 2019. «Habíamos estado de fiesta la noche anterior y estábamos viendo Great British Bake Off. Ya sabes, con un poco de resaca».
No es el escenario habitual para un momento que te cambia la vida. Sin embargo, para Mike Key, una mañana normal en la que sufría las secuelas de una noche de juerga se convirtió rápidamente en algo más serio. «Mis ojos empezaron a moverse y me sentí mareado y desorientado. Me levanté y era como si toda la habitación estuviera inclinada 45 grados».
Mike tenía solo 26 años, y esa mañana sufrió un derrame cerebral. Gracias a la rapidez de su novia Alix, Mike llegó al hospital justo antes de caer en un coma que duró varias horas. Pasó los días siguientes bajo estrecha vigilancia en la UCI cardiológica. «Era el más joven allí, con una diferencia de 50 años. Era una situación surrealista que me asustó muchísimo».
Varias semanas de pruebas, escáneres cerebrales y resonancias magnéticas revelaron la causa: una cardiopatía congénita. «Un médico señaló mi corazón en el escáner y dijo: “¿Ves eso de ahí? Pues te falta una parte”. Se veía solo como un agujero grande. Había vivido durante 26 años con un defecto de 2 cm en el tabique auricular».
MRI of Mike’s brain show the 3 trauma spots where blood clots traveled through his heart, to his brain.
«Es un poco morboso, pero si me hubiera muerto ese día, ¿por qué habría sido recordado realmente? El trabajo es importante, claro, pero me gustaría hacer algo más por los demás», reflexiona. «Pasé el resto del año pensando en lo ocurrido y en cómo había cambiado mi perspectiva de la vida. No quiero parecer un iluminado, pero la experiencia te hace pensar».
Las cardiopatías congénitas no son infrecuentes en los jóvenes y pueden pasar desapercibidas durante muchos años, como le ocurrió a Mike. Un pequeño agujero en el corazón puede existir sin causar nunca un problema, pero cuando lo hace, es potencialmente mortal si no se trata. Gracias al acceso a la asistencia sanitaria, tanto gratuita como privada, Mike pudo recibir los cuidados críticos necesarios para mantenerse con vida.
Mike buscó una organización benéfica a la que apoyar y descubrió Healing Little Hearts. «Ofrecen la misma operación que yo tuve, pero para niños desfavorecidos de todo el mundo. Envié un correo electrónico y creo que en poco más de 6 minutos el fundador me llamó y charlamos por teléfono durante más de una hora».
Mike se puso a pensar en cómo podría ayudar. Para entonces, no solo había recuperado su forma física previa a la operación sino que se esforzaba por mantenerla más que nunca para cuidar su salud.
«Corría tres o cuatro veces a la semana, distancias cortas, acostumbrándome al esfuerzo. Uno de mis amigos más antiguos corría medios maratones sin parar, y creo que en parte estaba un poco como celoso. Me decía, bueno, si él puede hacerlo, yo también puedo. Empecé con un objetivo de 10 km, y luego fui a por medio maratón». Al ir mejorando su forma física, correr un maratón se iba haciendo cada vez más posible.
Una tarde, con un café en la mano, Mike estaba navegando por Strava. «Uno de los amigos de Alix había corrido un maratón esa mañana. Me levanté, me puse las zapatillas de deporte y le dije a Al: “Ya está, me voy a correr un maratón”. Y ella dijo: “Son las 16:30 de un miércoles”, y yo dije: “Sí, nos vemos en 4 horas”. Y me levanté y lo hice».
Mike completó su primer maratón esa tarde, corriendo 42,29 km en 3:50:34.
«Cuando terminé, se me saltaron las lágrimas. Recuerdo que tomé una ruta muy mala y tuve que volver a casa cojeando durante tres kilómetros. Pero me despertó el gusanillo, es una sensación increíble».
En enero de 2021, con todo el apoyo de Healing Little Hearts, se fijó el objetivo de recaudar 10 000 libras esterlinas para la organización benéfica (algo menos de 14 000 dólares para nuestros amigos estadounidenses). Motivado por la recompensa de la larga distancia, Mike se comprometió a correr medio maratón cada semana durante todo un año. 52 medios maratones. 52 semanas. «No sé realmente de dónde salió esta idea de hacer 52 medios maratones», nos dice, «supongo que la operación me dio el coraje que se necesita para las grandes hazañas. Una especie de truco mental: si decía que iba a hacerlo durante un año, estaba claro que cumpliría mi palabra».
Desde enero, Mike ya ha recorrido más de 833 km y sigue viento en popa. «Es duro, pero no voy a dejar de hacerlo ninguna semana porque pienso en toda la gente que ya ha donado y me digo que se lo debo a ellos. Me pongo las zapatillas y salgo a correr».
A los que le conocen, no les sorprende que Mike haya encontrado más de una forma de contribuir a una buena causa. Aunque esté remendado en un quirófano, su corazón es enorme.
«Me puse a pensar que eran un montón de horas corriendo, y que lo mejor sería buscarme algunos acompañantes», recuerda. «Estuve charlando con amigos, principalmente muchos hombres, que vivían solos y llevaban tiempo sin ver a nadie por culpa del confinamiento. Su forma física había decaído, su salud mental estaba en declive, el trabajo también. Muchos de mis amigos viven solos y creo que eso puede aislarte demasiado. Entonces les dije: “¿Y si tuviéramos un club para reunirnos y hacer una actividad cada semana antes de ir a tomar unas cervezas?”. Y creo que correr es el deporte perfecto para ello. Solo hay que poner un pie delante del otro y no se necesita mucho equipamiento, en realidad. Un par de zapatillas y unos pantalones cortos y ya puedes ir tirando».
Pero para gente que nunca ha corrido antes, empezar puede ser intimidante. «Las aplicaciones como Strava son geniales, pero pueden condicionarte a pensar que cada salida es una carrera y que todo se basa en las estadísticas y en batir un récord», afirma. «Y no tiene que ser así».
«Y es innegable que cuando corres ocurren cosas sorprendentes. Puedes sentir una alegría inmensa, o esconderte en los arbustos porque necesitas ir al baño, o puedes estar llorando porque has conseguido algo que nunca pensaste que lograrías. Para los hombres es muy difícil abrirse. Y creo que el running es una buena manera de desinhibirse».
Con 18 carreras a sus espaldas, y muchas más por delante, le preguntamos a Mike qué otros planes tiene en el horizonte. «Ahora mismo, quiero terminar este año, pero sé que no quiero parar en 2022. Esto se ha convertido en parte de mi vida. A lo mejor modifico la cantidad, quizá un maratón al mes. La organización benéfica se ha convertido en algo muy cercano a mi corazón (valga la redundancia) y no vamos a resolver las enfermedades del corazón en un año. Así que no hay motivos para aflojar la marcha.
En el momento de la publicación, Mike ha completado 18 medios maratones y está a poco más de 7000 libras (unos 9700 dólares) de alcanzar su objetivo. Y muchos amigos ya se han unido a él en el camino.
Cada donación es importante. «Esta inmensa generosidad permitirá que al menos 30 niños sean operados del corazón para salvarles la vida. 30 niños que recibirán una nueva oportunidad y 30 familias que se libran de la devastación que supone perder a un ser querido». - Dr. Sanjiv Nichani, fundador de Healing Little Hearts.
Haz una donación en la página de Mike en TotalGiving™ a través de este enlace y sigue su historia en Instagram en @mikekey_, donde podrás apoyarle tanto a él como a sus compañeros a medida que avanzan en su épica misión.
¡Por las carreras gratificantes y los días bien empleados en hacer cosas importantes!