

Rapidez, ligereza y respuesta ante imprevistos: nuestros atletas de élite nos aconsejan qué llevar para carreras de larga distancia, ultramaratones y aventuras de trail de varios días.
Texto de Micah Ling. Imágenes de Mountains Legacy.
En una carrera de larga distancia, cada éxito esconde un gran esfuerzo de preparación. Las mejores hazañas de ultrarunning e intentos de establecer un FKT comienzan mucho antes de empezar a correr. Cualquier runner de montaña o atleta de resistencia confirmaría que, cuando las circunstancias cambian con rapidez, disponer del equipamiento adecuado puede suponer la diferencia entre terminar una carrera alcanzando tu objetivo o abandonarla.
Tienes que pensar en el equipo que llevas como en una extensión de tu persona. ¿Que tienes que orientarte por senderos desconocidos al anochecer? Tu linterna frontal alumbrará tus pasos. ¿Que de repente el tiempo cambia a gran altitud? Tu chaqueta cortavientos se convertirá en una fortaleza plegable. Mirado de este modo, llevar el material adecuado no restringe tus movimientos sino que te da más libertad. Y esa libertad para seguir adelante adaptándote a los imprevistos del sendero, y que suele ser fruto de la experiencia, ahora también viene dada por los prudentes consejos de nuestros expertos.
En este artículo, atletas de élite comparten sus historias en recorridos de ultradistancia y nos hablan del equipamiento que les ayudó a conseguir sus metas.
La corredora de montaña polaca Katarzyna Solińska afirma que “existe un frágil equilibrio entre ligereza y confort”.
En 2023, terminó en sexto lugar en la carrera femenina delUltratrail del Mont-Blanc(UTMB) y mantiene que es fundamental preparar tu equipamiento a fondo antes de cualquier competición. Antes de la carrera, Katarzyna prueba varias veces todo lo que va a llevar consigo. “Para tener éxito en trails de ultradistancia es fundamental seleccionar cuidadosamente el equipamiento que vas a llevar y probarlo antes de competir. Cada vez participo en más carreras de ultrarunning y he ido acumulando experiencia”.
A Solińska le parece muy bien que en las carreras más largas haya una lista con la equipación obligatoria que cada atleta debe llevar. “Los organizadores de la competición, que conocen el terreno y el clima a fondo, enumeran todo aquello que les parece imprescindible incluir. Es lógico confiar en sus conocimientos y experiencia”.
A su juicio, la lista del equipamiento necesario en una carrera de ultradistancia como el UTMB debería incluir lo siguiente:
- Smartphone cargado con el roaming internacional activado
- Manta térmica de emergencia (1,4 m x 2 m como mínimo)
- Vendas-elásticas adhesivas
- Silbato
- Alimentos suficientemente calóricos
- Agua, un litro como mínimo
- Taza individual plegable
- Chaqueta impermeable con capucha
- Pantalones o mallas
- Gorra o bandana
- Linterna frontal con pilas de repuesto
- A menudo, también una capa extra de abrigo, guantes y pantalones impermeables-
¿Cuáles son algunos de sus favoritos? “La Ultra Jacket y los Ultra Pants de On me acompañan en casi todas mis sesiones de entrenamiento outdoor. Son prendas ligeras y eficaces, incluso en condiciones meteorológicas adversas. Nunca sabemos a ciencia cierta qué tiempo nos vamos a encontrar en la cima de las montañas, incluso los días con pronóstico soleado pueden darte sorpresas. Prevenir es fundamental”.
Para sesiones de entrenamiento particularmente largas, Katarzyna suele incluir también una muda de ropa. “En la parte impermeable de mi chaleco de running (Ultra Vest), meto una camiseta (la Ultra-T de On) y un sujetador de running de repuesto. Sudo mucho, y cuando sopla el viento en la montaña me enfrío con mucha rapidez; por eso, cuando hago cima, me pongo ropa seca y sigo entrenando con toda comodidad”.
Para sus entrenamientos, suele llevar algún tentempié energético (geles, galletas wafer o alguna bebida) y algo suelto para poder comprar en una tienda si hace falta. Cuidar la nutrición es tan importante como prestar atención a la postura o la resistencia, puede determinar el resultado de una carrera, nos explica Solińska. Añade también que siempre avisa a alguien cuando sale a entrenar. “Si vas a salir a hacer un largo recorrido, o vas a estar a solas en la montaña, conviene que adviertas a amigos o familiares de tus planes y tu ruta. Así sabrán dónde buscarte en caso de que surja un imprevisto”.
En 2023, la corredora de trail y montaña sudafricana Megan Mackenzie, llegó tercera en la Transvulcania (75 km) y en el puesto 27 en el UTMB OCC (55 km). En 2022 fue sexta en el UTMB CCC (100 km).
Meg ha aprendido la importancia de ir ligera de equipaje. “Mi sistema ha evolucionado bastante. Antes, siempre cargaba demasiado y el peso de la mochila me hacía ir más despacio. Cuando me inicié en el ultrarunning me metieron el miedo en el cuerpo, asegurándome que tenía que llevar de todo conmigo. Con la experiencia, he aprendido a llevar menos cosas, soy más selectiva”.
Ahora, se asegura de tener cubiertas sus necesidades nutricionales. Para lo demás, lleva solo lo imprescindible. Entiende que, por motivos de seguridad, los requisitos de la mayoría de las carreras son necesarios, aunque puedan resultar un engorro. “En el momento en el que necesitas algo no sientes que es un lastre y te alegras de llevarlo, pero el resto del tiempo tienes que cargar con ello y a veces es excesivo”.
Ella intenta ser práctica en lo que respecta a las listas de equipamiento obligatorio. “Por ejemplo, empaqueto todo de la forma más compacta posible, para que nada se mueva y empiece a molestarme mientras corro. Ahora ya no siento que mi mochila sea un estorbo”.
Explica que, durante una carrera, no es preciso cambiarse de ropa. Ella solo lo hace si los calcetines o las zapatillas están mojados, o en caso de rozaduras o molestias. Por lo general, lleva la misma ropa durante toda la carrera.
Una forma divertida que Meg ha encontrado de entrenar llevando mucho equipo a cuestas es ir corriendo de una ciudad a otra, pasar allí la noche, y correr también de vuelta. En este tipo de aventuras (aunque nunca lo hace en las carreras), Meg se permite llevar más cosas. “Cuando corro de un lugar a otro, a veces me llevo el Kindle. Llego al hotel, leo, me acuesto y corro de vuelta a casa al día siguiente”.
El trailrunner estadounidense Michael Mitchell (también conocido conocido como Mikey Mitch) ha corrido un montón de carreras de ultradistancia, eso sin contar con las constantes aventuras en las que suele embarcarse en el estado de Colorado, donde reside. Entre otras, ha completado las carreras de 100 millas Leadville y Run Rabbit Run, al igual que las de 50 millas Quad Rock, Ram Party y Bear Chase. También las de 50 km Audi Power of Four y, por dos veces, la Continental Divide.
Mikey afirma que aprendió mucho de su primera carrera de ultrarunning, la Leadville. “Cargué demasiadas cosas y no utilicé casi nada del material que llevaba. Los puntos de avituallamiento en las carreras de ultradistancia suelen tener de todo y he llegado a la conclusión de que no es preciso llevar comida”.
Cada runner tiene necesidades distintas y, a menudo, se recomienda que los atletas lleven algún alimento, pero a él le ha funcionado bien este sistema. Afirma que su forma de prepararse para desafíos más largos ha evolucionado. “Al principio cargaba con todo tipo de equipamiento, cualquier cosa que pensaba que me iba a hacer falta durante la carrera, hasta que aprendí que una cosa es lo que crees que necesitas y otra son las necesidades reales. Ahora soy muy consciente de que cualquier exceso de peso solo va a restarte velocidad en una competición”.
Según su experiencia, solo en las carreras de 100 millas le han impuesto una lista de materiales que era obligatoria llevar en la mochila. En las demás, se trababa de una elección personal.
En 2022, durante la carrera Run Rabbit Run, aprendió una lección decisiva a la hora de preparar su mochila. Se olvidó llevar su linterna frontal para la fase nocturna de la carrera. “Terminé corriendo a oscuras durante tres millas, hasta que otro atleta con frontal se acercó alumbrándome por detrás. Afortunadamente, pude correr el resto junto a él. Fue un error que me costó caro, pues tuve que correr mucho más despacio, sin ver las señales del recorrido. Nunca antes me había ocurrido algo así y te aseguro que no me volverá a pasar”.
Sobre todo no hay que olvidarse de disfrutar. Según cómo lo mires, las carreras de ultradistancia pueden verse como una experiencia estresante o como una animada fiesta en la montaña con un grupo de amigos. Mitchell siempre lleva con él algo divertido. “Las carreras de ultrarunning son muy duras, ¿por qué no tratar de hacerlas lo más divertidas posible? Empecé a llevar palitos luminosos que repartía entre los miembros de mi equipo para usarlos de noche. A mí me ayudan a identificarlos en los puntos de avituallamiento y a ellos los entretiene mientras que esperan a que yo llegue”.