

Estira, mantén y respira. La ropa de yoga adecuada te ayuda a estar presente y fluye contigo en cada postura. Descubre qué ponerte clase tras clase.
En la esterilla, el ruido exterior se desvanece. La respiración se calma, la energía se equilibra y la fuerza nace desde el interior. Estás a solas con la postura sobre la esterilla, al menos hasta que la camiseta se desliza o la cinturilla se afloja.
Ahora, imagina ese momento sin ninguna distracción, solo tú y tu concentración. La ropa de yoga adecuada te brinda comodidad, claridad y soporte desde la primera inhalación hasta la relajación final.
Giulia Castellani, embajadora de On e instructora de yoga, prioriza el confort, la libertad de movimiento y una sensación fresca y transpirable. “Como una segunda piel”, dice. “Pero nunca nada demasiado ceñido o que requiera un ajuste constante, ya que eso me distrae de la práctica”.
Da igual si, como ella, tienes mucha experiencia o si acabas de empezar: esta guía te ayudará a encontrar prendas de yoga diseñadas para estar totalmente presente.
Las piezas adecuadas resultan cómodas y ofrecen sujeción durante toda la clase, postura tras postura.
En el caso de Jane Kim, otra embajadora de On e instructora de yoga y meditación en Berlín, lo que se pone es parte de su flow. “Si tengo poca motivación, los outfits adecuados me ayudan a mentalizarme”, dice.
Busca prendas que:
- Mantengan la piel seca con tejidos transpirables. - Evacuen la humedad con tecnologías como DryTec™ - Se amolden al cuerpo sin distraerte.
Una parte de arriba ajustada se mantiene en su sitio mientras haces el perro boca abajo, inversiones o giros para que puedas concentrarte en la respiración y no en la ropa.
Para las sesiones de hot yoga con flujos dinámicos de Vinyasa, opta por modelos con DryTec™, que evacuan la humedad. Si prefieres las secuencias lentas y estables, elige una opción ultrasuave como nuestro Studio Crop.
Cuando haces yoga, tu cuerpo se mueve en todas direcciones. Piensa en la larga zancada del guerrero II o la extensión hacia delante en la postura de la pinza. Por eso es importante elegir partes de abajo elásticas que ofrezcan buena sujeción. “Tienes que entender qué tipo de sujeción necesita tu cuerpo”, dice Kendall Baisden, velocista estadounidense y fan de las mallas Movement 3/4 Tights. “La compresión que ofrecen me ayuda a sentir dónde se inician los movimientos”.
Giulia, que es más de estirar que de esprintar, evita las distracciones optando por “mallas de cintura alta” porque “se mantienen perfectamente en su sitio y abrazan las caderas y el vientre”.
Busca tejidos ligeros y transpirables para mallas de mujer y de hombre —como las mezclas de poliéster de alto rendimiento—, que aprieten lo justo sin restringir la libertad de movimiento.
En yoga, la estabilidad importa. Un sujetador deportivo bien ajustado debe ofrecer soporte sin ahuecarse, clavarse en la piel ni desplazarse.
Los sujetadores deportivos de bajo y medio impacto como el Studio Bra facilitan la apertura al hacer el camello o la postura salvaje, en las que la expansión y la movilidad del pecho son fundamentales.
Para hacer sprints, a Kendall le encanta llevar el Movement Bra. “Quiero tener los brazos libres para no restringir el torso. Esa sensación de libertad es clave para estirar el cuello o los brazos, y cuando curvo la espalda no quiero que nada me limite”.
Para prácticas más dinámicas o mayor cobertura, los modelos de alto impacto ofrecen una sujeción segura sin restringir el movimiento. Todos nuestros sujetadores deportivos están diseñados para mantenerse en su sitio durante los estiramientos, extensiones y flexiones.
Cuando la sala se enfría o tu cuerpo se relaja, tener a mano una capa suave y ligera viene de maravilla. Ten siempre una sudadera para no enfriarte durante la postura final: tu merecido descanso en savasana.
Aparte de estar presente en el momento, el yoga no requiere mucho más. No obstante, algunos accesorios te pueden hacer la práctica más confortable y aumentar tu concentración durante la clase. Jane no necesita mucho: “Mi botella de agua, mi scrunchie para el pelo y motivación”.
Una esterilla o toalla de yoga de buena calidad ofrece una base estable tanto para posturas de equilibrio como sentadas. Un coletero o una cinta para la cabeza mantienen despejado el campo de visión en las inversiones o giros.
Una botella de agua, como la de Jane, te ayuda a hidratarte antes y después de clase, sobre todo si haces hot yoga. Y para llevarlo todo bien organizado, lo mejor es una bolsa ligera. Y recuerda: nada de calcetines.
Hay más de treinta tipos de yoga, cada uno con su propio ritmo, flow e intención. Lo que te pones puede variar en función de la práctica, la temperatura y de cómo responde tu cuerpo.
En prácticas como el Hatha o el Yin, en las que las posturas se mantienen y la respiración es la protagonista, la suavidad es esencial. A Giulia le encanta combinar varias prendas oversized que “me hagan sentir protegida, centrada y ultracómoda”.
Prueba el Focus Crop o los pantalones Focus Pants, ambos elásticos y suaves al contacto con la piel para favorecer la estabilidad cuando mantienes las posturas mucho tiempo.
Con prácticas como Ashtanga y Vinyasa se genera calor corporal a través de secuencias estructuradas y movimientos continuos. En este caso, a Giulia le gusta llevar ropa que le permita moverse libremente y fluir como le pida el cuerpo. “Para Vinyasa, los pantalones cortos y un sujetador deportivo son imprescindibles, pero nunca mallas largas”, asegura.
La ropa debe amoldarse al cuerpo y ofrecer soporte y estabilidad durante las transiciones. Las mallas Train Tights y la camiseta Pace Long-T son ligeras y transpirables, diseñadas para brindar movilidad y una sujeción precisa.
Para las prácticas más dinámicas, Jane prioriza la funcionalidad. “Me encanta combinar el Studio Crop con las mallas 1⁄2 Train Tights”, dice, que evacuan la humedad y mantienen la piel seca.
El hot yoga, que se practica en salas climatizadas, pone a prueba la resistencia y profundiza los estiramientos gracias a la humedad y la respiración. A una temperatura de entre 32 y 40 grados, la transpirabilidad y el control de la humedad no son negociables. Giulia lo explica de forma sencilla: “Para hot yoga, cuanto menos lleves puesto, mejor”.
Busca prendas ligeras y de secado rápido como la camiseta sin mangas Performance Tank AOP y las mallas Performance Tights, diseñadas para sentir la ligereza incluso cuando el ambiente se caldea.
Cada postura es una oportunidad de reiniciar el cuerpo y la mente. Llevar la ropa adecuada te ayuda a concentrarte en la respiración, los estiramientos y el momento presente sin necesidad de ajustar nada.
Kendall prefiere prendas versátiles de yoga: “Busco ropa que pueda llevarse de muchas maneras. Básicos para entrenar, pero sin renunciar al estilo”.
Del mismo modo, Jane elige prendas que pueda llevar a diario. “Me encanta saber que estoy lista en todo momento para hacer alguna actividad dinámica, como apuntarme espontáneamente en una clase de yoga sin tener que cambiarme”.
Y para Giulia, la ropa es un recordatorio de sus comienzos. “Pantalones rectos y sujetador deportivo con soporte ligero, ambos de algodón de bambú”, dice. “Es muy concreto, lo sé, pero así iba siempre en Bali durante mi formación de yoga”.
Elijas lo que elijas, asegúrate de que te permita moverte libremente y te ofrezca el soporte que tu cuerpo necesita desde el primer saludo al sol hasta la relajación final.