

Desde pequeña, Kendall Baisden ha tenido una manera de pensar distinta. Ahora, el entrenamiento holístico ha cambiado su forma de ver las cosas.
Texto de Ellen Ling.
La atleta estadounidense Kendall Baisden, especializada en los 400 metros, está habituada a vivir a toda prisa. Conocida por su desbordante energía, su dedicación para llegar a lo más alto (y mantenerse allí) la ha llevado de la pista de atletismo a la pasarela. Este cambio de escenario le abrió los ojos a prácticas deportivas de bajo impacto como el yoga, el pilates y el barre, que la ayudan a explotar al máximo su potencial.
Kendall apuesta por el crecimiento, pero también por la excelencia. Dos aspectos que coexisten y que, al igual que sus dos trayectorias profesionales, no le suponen un sacrificio sino una afirmación de su libertad.
Sus primeros pasos en el deporte los dio en una pista de tenis, donde su talento innato para la velocidad llamó la atención de los entrenadores de atletismo. Este cambio de rumbo sentó un precedente que se volvería a repetir a lo largo de su vida y su carrera deportiva. Poco después de matricularse en la Universidad de Texas en Austin, entró en el equipo de atletismo y se convirtió en una de las estrellas de los Longhorns. Allí ganó sus primeras medallas: una en el Campeonato Panamericano Júnior y otra, al poco tiempo, en los Juegos Panamericanos. Tras quince años “perfeccionando el arte del sprint”, surgió una nueva oportunidad de cambiar las cosas. Dejó Austin por Nueva York y la pista de atletismo por la pasarela.
“Se me da genial ser modelo porque es una forma de arte, una intuición. Te tienes que adaptar, todo va rápido, pero también implica un elemento de paciencia”.
Kendall aspira a evolucionar en un terreno sembrado de novedad. No es de extrañar que, a la hora de estar en forma, quiera entrenamientos que satisfagan sus muchas facetas. Ha encontrado la manera de alimentar esta dualidad a través del pilates, el yoga y la natación, que le han desvelado un nuevo poder a un ritmo hasta ahora desconocido para ella.
“Entrenar es una manera de mostrar respeto por tu cuerpo. Solo tenemos uno y, en mi caso, ser disciplinada con estas prácticas me permite cuidarlo y nutrirlo con delicadeza. No aspiro a convertirme en una experta del yoga o el pilates, pero entender los conceptos básicos me ha dado la confianza para encontrar el equilibrio. También me ha ayudado a ser flexible y a no forzar mi cuerpo para no perjudicarlo a largo plazo”.
El plan de entrenamiento de Kendall cambia semanalmente en función del momento dentro de la temporada de atletismo (y de las sorpresas que le tenga preparadas su entrenador). En periodos de preparación, hace cardio, resistencia y carreras centradas en la técnica, además de sesiones de fuerza tres veces por semana para trabajar los músculos. En temporada de competición, corre en pista cinco veces por semana y entrena la fuerza dos días para mantener alerta su sistema nervioso. Después de las competiciones, cuando se dedica más a la pasarela, el pilates y el yoga pasan a un primer plano para ayudarla a seguir activa. Independientemente de la época del año, hay algo que no cambia: la constancia.
“La constancia se traduce en resultados. Trato de seguir un plan de entrenamiento coherente, pero entiendo que a veces no tengo el tiempo o los recursos para hacer exactamente lo que quiero. Siempre me digo que, mientras el número de sesiones por semana sea consistente, veré resultados”.
¿Cómo sería el plan semanal perfecto de Kendall?
- Lunes: Me encantaría salir a correr al menos 20 minutos por el parque, esté donde esté. Nueva York y París son mis sitios preferidos para hacerlo.
- Martes: Una clase de pilates o de yoga que trabaje la fuerza de todo el cuerpo.
- Miércoles: Ir a la piscina y hacer largos con toda la calma del mundo para soltar el cuerpo y relajarme.
- Jueves: Día libre.
Viernes: Salir a correr en pendientes para ponerme a prueba. A finales de semana, debería notar si todo el trabajo que he estado haciendo ha servido para completar esta sesión más exigente.
Fin de semana: Algo divertido que no suponga mucho esfuerzo. Por ejemplo, me gustaría dar un paseo largo o jugar un partido de tenis relajado.
Kendall no interpreta su nueva pasión por el yoga como una infidelidad al running. Tal como lo ve ella, correr, los entrenamientos de fuerza y las actividades de baja intensidad no son disciplinas separadas, sino un ecosistema que mejora el rendimiento en la pista de atletismo.
“Cuando logras dominar la técnica del running, sientes una euforia que no se encuentra en ningún otro sitio. Para llegar a ese punto, tiene que haber una conexión entre cuerpo y mente. Y eso me lo ha enseñado el yoga”.
Puede que Kendall esté disfrutando ahora de los beneficios de prácticas menos intensas, pero esta actitud tan sosegada no siempre fue una opción. Ha habido contratiempos que la han obligado a pisar el freno y reflexionar, como cuando una lesión le impidió participar en los Juegos de 2024. No obstante, como buena soñadora que es, rápido encontró hacia dónde redirigir su energía.
“Cuando tienes que aplazar la oportunidad de cumplir un sueño, no tires la toalla —explica—. Vuelve a conectar con tu motivación inicial para querer alcanzar ese sueño y esfuérzate por conseguirlo”.
La vocación de esta atleta de Míchigan es “ser una fuente de inspiración para los demás gracias a la pasión que demuestra por su trabajo”. ¿Cuáles son sus consejos para aquellos runners que quieran complementar el cardio con sesiones de menor impacto?
“El yoga se centra en los movimientos pausados, la respiración y en activar todo el cuerpo sin prisas ni desequilibrios. Cuando introduces estas actividades en tu rutina, te acaba gustando el running todavía más. Se trata de darle a tu cuerpo tiempo suficiente para aterrizar antes de despegar de nuevo. “Es clave encontrar el equilibrio entre las actividades de alto y bajo impacto. El cuerpo no está diseñado solo para el alto voltaje”.
Kendall acabó llegando a Francia, pero para cumplir un sueño que poco tenía que ver con el atletismo: la Paris Fashion Week. Sin embargo, viajar por sus compromisos como modelo no equivale a saltarse sus entrenamientos. Vídeos online, gimnasios locales... Sea como sea, Kendall siempre tiene la esterilla cerca. Me corroe la curiosidad por saber cuántos outfits tiene para entrenar y cuál es su ropa favorita para hacer yoga y pilates.
“A la hora de elegir ropa para entrenar, tienes que saber lo que necesita tu cuerpo. Para yoga y pilates, me encantan el Movement Bra y las Movement 3/4 Tights. Quiero tener los brazos libres para no restringir el torso. Esa sensación de libertad es fundamental para estirar el cuello o los brazos, y cuando curvo la espalda no quiero que nada me limite. En cuanto a las mallas, me gusta la compresión que ofrecen porque me ayuda a sentir dónde se inician los movimientos”.
Reuniones, meditación, desfiles, asanas... Kendall fluye entre vidas paralelas y distintas formas de moverse. Esta mezcla se ve claramente en cómo elige su ropa deportiva. “Me inclino por prendas versátiles que pueda combinar de muchas maneras. Básicos para entrenar, pero sin renunciar al estilo”. Se reconoce “obsesionada con todo aquello que tenga un elemento de tecnología interesante”. A pesar de ello, su visión de cómo la ropa puede ayudar a otras personas en sus entrenamientos no es meramente técnica.
En 2021, Kendall empezó a introducir su estilo personal en sus uniformes de competición para expresar su identidad. A menudo le piden consejo sobre los looks para el día de la carrera, pero también sobre cuál es el entrenamiento perfecto para el día a día. Su respuesta es simple: la clave es disfrutarlo.
“La actividad física que haces tiene efectos positivos en tu bienestar”.
Descubre los looks favoritos de Kendall para entrenamientos versátiles y empieza a disfrutar del movimiento.