

¿Necesitas limpiar tus zapatillas? Adam Godfrey, Lead Retail Advisor de On, nos explica cómo cuidar tus zapatillas y mantenerlas como nuevas durante más tiempo.
Texto de Laura Markwardt. Fotografía de Achille Mauri y Yumna Al Arashi.
Tener las zapatillas de running sucias puede ser algo de lo que enorgullecerse, una señal de que se ha desafiado al mal tiempo, o simplemente una muestra de dejadez.
Cuando se trata de limpiar las zapatillas, hay muchas maneras de hacerlo. Pero si quieres que estén como nuevas durante más tiempo, recuerda: no las metas en la lavadora.
Adam Godfrey, Lead Retail Advisor de la tienda insignia de On en Regent Street, Londres, entiende muy bien el atractivo de llevar las zapatillas como nuevas. La tienda también es un punto de encuentro para runners con intereses similares, y Adam trabaja a menudo en las estaciones de limpieza de calzado de los eventos pop-up de On: "Pasamos por fases en las que recibimos muchas preguntas sobre cómo limpiar las zapatillas de running, tanto en las carreras grupales organizadas por la tienda como en los eventos comunitarios. Nuestras paletas de colores claros son un éxito y la gente quiere mantener ese look".
Además de para cuidar su aspecto, el objetivo de limpiar tus zapatillas es también prolongar su vida útil para reducir el uso de los recursos del planeta, así como mantener su rendimiento óptimo. Recuerda que simplemente cepillar tus zapatillas de vez en cuando ya contribuye a que duren más tiempo en buenas condiciones.
¿Cuál es la mejor técnica para limpiar las zapatillas de running? Adam lo explica claramente: "La mejor forma de mantener ese aspecto de recién estrenadas y de conservar las zapatillas en buen estado es limpiarlas a mano, frotarlas con un cepillo en seco o lavar por separado algunos de sus elementos, como los cordones o las plantillas".
Las herramientas que necesitas para mantener tus zapatillas de running limpias dependen de lo sucias que estén (y del tipo de suciedad), del material del que estén hechas y del método que elijas para limpiarlas. Nunca deben lavarse en exceso, pero dejarlas llenas de barro y sudor después de correr puede dañar la goma y debilitar las costuras. Esto es lo que necesitas para limpiarlas:
-Detergente suave o jabón para ropa- jabón para ropa
-Un cepillo para zapatos suave o un cepillo de dientes
-Bicarbonato sódico
-Una esponja o un paño
-Un cubo de agua tibia
-Toallas de papel
A continuación te ofrecemos dos opciones para limpiar tus zapatillas: con agua o en seco (dependiendo del tiempo y la energía que te queden después de entrenar).
Lavado a mano
Ve preparando el agua. A continuación te explicamos cómo hacerlo:
Elimina el exceso de suciedad: antes del lavado, golpea las suelas de las zapatillas para eliminar la mayor cantidad de barro y suciedad posible. Utiliza un cepillo suave o un cepillo de dientes viejo para eliminar los restos incrustados en la suela.
Retira los accesorios: quita los cordones y las plantillas. Puedes lavarlos por separado en la lavadora, si se puede, o a mano sumergiéndolos en agua tibia con jabón y enjuagándolos bien.
Lávalas a mano: para la parte exterior de la zapatilla, mezcla agua tibia y un detergente suave en un cubo o recipiente hondo. Utiliza un paño o una esponja para limpiar la superficie con cuidado. Para las manchas más difíciles, puedes usar un cepillo de dientes viejo o un cepillo con cerdas suaves. Evita utilizar materiales abrasivos que puedan dañar el tejido.
Limpia las suelas: si están muy sucias, puedes usar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua para crear una pasta, luego aplícala a las suelas y frota suavemente.
Enjuágalas: una vez hayas eliminado la suciedad, acláralas bien con agua limpia para eliminar los restos de jabón o detergente.
Déjalas secar: evita las fuentes de calor directo, como los radiadores, para secar tus zapatillas. El calor intenso puede hacer que los materiales pierdan su forma. En su lugar, rellena tus zapatillas con bolas de papel para ayudar a absorber la humedad y mantener su forma. Luego déjalas secar a temperatura ambiente.
Vuelve a poner todo en su sitio: cuando se haya secado todo por completo, vuelve a colocar los cordones y las plantillas. Tus zapatillas estarán listas para la próxima aventura.
Limpieza con cepillo
Si no tienes agua a mano, no hay problema. Este método no es tan eficaz como el lavado a mano, pero no requiere remojo ni productos químicos agresivos: es la forma más rápida de tener las zapatillas listas para la próxima sesión, y solo te llevará unos minutos.
Golpea las zapatillas: una vez que el barro esté seco golpea las suelas una contra otra para eliminar la suciedad suelta con facilidad.
Cepíllalas: si están cubiertas de suciedad, utiliza un cepillo suave o un cepillo de dientes para eliminar lo que esté más incrustado.
Guárdalas: coloca las zapatillas en un lugar seco (con los cordones desabrochados y la suela interior fuera si es posible) y déjalas airear.
Puede ser tentador tomar atajos después de una larga carrera, pero si te preocupa la durabilidad de tus zapatillas (y de tu lavadora), evita lavarlas a máquina. Y mantenlas lejos de la secadora también.
Adam nos explica por qué: "Nunca recomendamos meter las zapatillas sucias en la lavadora ni en la secadora. La combinación de calor prolongado y exposición al detergente puede dañar las costuras, el sellado y la integridad general de la estructura y el soporte de la zapatilla a largo plazo".
Con un poco de planificación, el cuidado de tu equipación puede formar parte de un ritual que añadas a tu rutina de running, como un café recién hecho antes de salir o un baño de hielo después.
Adam lo resume así: "Puede que te lleve un poco más de tiempo limpiar tus zapatillas, pero considera el cuidado de tu equipación como el mantenimiento de tu forma física: un estiramiento después de correr y una limpieza rápida de las zapatillas te prepararán para estar a punto para la próxima carrera".
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