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Tadesse Abraham: “El fin de mi carrera empezó hace diez años”

A pesar de ganar en Barcelona 2024 y batir récords, la leyenda suiza del maratón Tadesse Abraham ha decidido poner punto final a su carrera: en este artículo nos explica por qué.

Texto de Robert Birnbaum. Fotografía de Matthieu Croizier.

10 de marzo de 2024 en Barcelona: el atleta de On Tadesse Abraham llega a los segundos finales del maratón con una ventaja de más de un minuto. Al deportista de 41 años se le ve increíblemente fresco después de correr más de 40 kilómetros a un ritmo de menos de 3 minutos por kilómetro. Su hijo de 13 años va al mismo paso, animándole desde el lateral. El cronómetro marca 2:05:01 cuando Tadesse hace oficial su victoria. Y no solo la victoria, sino también un nuevo récord para ese circuito y para Suiza en esta prueba: un auténtico cuento de hadas del running. Cae de rodillas y su rostro refleja agotamiento, pero sobre todo alegría.

Poco después de haber hecho historia, me reúno con “Tade” en Zúrich. Allí me ofrece una visión sincera y sin filtros de la carrera y de cómo lo espoleó su rendimiento del año anterior.

“Mi forma física era estupenda, igual que el año pasado en Barcelona, pero en 2023 tuve problemas estomacales tres días antes de la carrera. Mantuve el ritmo durante 2:05 horas, hasta el kilómetro 37. Entonces llegaron los últimos cuatro kilómetros, durísimos, y se me escapó mi mejor marca por cinco segundos. Me sentí decepcionado, claro, pero seguí adelante y pensé: ‘Volveré el año que viene y correré mejor que este’”.

A principios de año, Abraham viajó a Iten (Kenia), donde pasó dos meses “muy intensos, pero buenos” preparándose en un campo de entrenamiento. En la reunión previa a la carrera para Barcelona 2024, pidió a los pacers que marcaran un tiempo de 1:02 horas para la primera mitad. No le concedieron ese deseo, pero no se dio por vencido. En el ecuador, el grupo que iba en cabeza ya estaba 45 segundos por debajo de sus expectativas, así que decidió asumir el control de la carrera.

“Recuperé el ritmo con el pacer. Hizo un buen trabajo hasta el kilómetro 30, pero cuando le pregunté si podía seguir así otros cinco kilómetros, estaba totalmente agotado... 'No he venido solo a ganar, quiero pasármelo bien', les dije al resto de corredores que iban en cabeza, y nos ayudamos mutuamente hasta que se quedaron sin fuerzas. Entonces me dije a mí mismo: ‘Tade, este es tu trabajo, tienes que seguir’”.

Abraham no alcanzó su meta original de 2:04 horas, pero su victoria fue gloriosa: “Vale, no llegué a las 2:04, pero obtuve el triunfo, el récord del circuito y el récord suizo, ¿qué más se puede pedir? Estoy encantado de la vida”.

“No he venido solo a ganar, quiero pasármelo bien”.

Abraham ha batido el récord suizo de maratón por cuarta vez: 2:06:40 en Seúl 2016, 2:06:38 en Zúrich 2022, 2:05:10 en Berlín 2023 y 2:05:01 en Barcelona 2024. Incluso a la edad de 41 años, esta leyenda suiza sigue superándose a sí misma sin mostrar síntomas de cansancio. Cuando se empeñó en batir su récord en Zúrich 2022, se desató una batalla por cada segundo. En aquel momento, contó cómo se deshizo del gorro poco antes de la línea de meta, a pesar del frío, para aprovechar hasta el último resquicio de velocidad. En Berlín, cometió un error táctico y aún así rebajó el tiempo obtenido en Zúrich en un minuto y 28 segundos.

“Me di cuenta de que aún me quedaban reservas tras el maratón, que aún me quedaban fuerzas: podía bajar hasta 2:04 en Barcelona. ‘Este Tade sigue teniendo margen de mejora’, me dije. Con el apoyo de mi familia, todo es posible”.

Abraham, que no conocía límites y se encontraba en una excelente forma, declaró que 2024 sería su último año como atleta profesional. 

“Correr es mi vida: empecé en 1997 con 15 años y me sigue yendo bien. ¿Pero cuál es mi meta? ¿Quiero acabar mi carrera, o quiero que mi carrera acabe conmigo? Llevo bastante tiempo pensando en retirarme, pero quería hacerlo a lo grande”.

Cuando Abraham comenta que llevaba bastante tiempo dándole vueltas, no se refiere a uno o dos años, sino a diez. 

“El fin de mi carrera empezó en 2014, cuando partía como favorito en el maratón de Zúrich: no me fue bien y acabé en novena posición. Lloré durante las tres horas que dura el trayecto entre Zúrich y Ginebra. Dije que no volvería a correr nunca más: para el kilómetro 34, ya había decidido que acabaría la carrera y que no volvería a correr”.

Abatido, ese pensamiento no le dejó pegar ojo en toda la noche. Pero su mujer supo encontrar las palabras adecuadas para reavivar el fuego que parecía haberse apagado en su interior.

“Dije que no volvería a correr nunca más”.

“Mi mujer Senait me dijo: ‘Abandonar así sería de cobardes. Si lo haces, el deporte te habrá ganado. Demuestra tu potencial y retírate por decisión propia y no porque el deporte te esté obligando a hacerlo’. Pasé unos cuantos días dándole vueltas, me puse las zapatillas y salí a echar una carrera. Quería demostrarle al mundo la pasta de la que estoy hecho”.

Tras esta aleccionadora experiencia y las dudas que le surgieron, Tadesse tenía más hambre que nunca. Tanta, que afrontó sus entrenamientos demasiado confiado y tuvo que lidiar con diversas lesiones durante año y medio. No obstante, consiguió recuperar su forma física y batir el récord suizo de maratón por primera vez en 2016 (dos años después de su crisis): ‘Tade’ le había demostrado al mundo de qué pasta estaba hecho. 

Abraham tenía previsto que su familia lo acompañara a su próxima cita, los Juegos de Río. Sin embargo, cuando su hijo no pudo volar por problemas de salud, sus planes cambiaron: decidió esperar hasta los siguientes Juegos (los de Tokio) y colgar las zapatillas entonces. Pero llegó la pandemia. Como no pudo acabar la carrera y no quería marcharse de esa forma, ahora toca competir en París 2024. 

Si puedes seguir batiendo récords y compitiendo en la mayor prueba de atletismo del año, lo suyo es seguir, ¿no?

“Siempre quieres más, claro, pero tienes que ponerle un límite a tus deseos: hasta el azúcar acaba empalagando cuando te pasas. Cuando llegué a Suiza, tenía tres objetivos: para empezar, salir adelante en el país, tener control sobre mi propia vida. Después, participar en unos Juegos como atleta al menos una vez. Y, por último, tomarme un café con Roger Federer, soy un gran fan. El año pasado tuve ocasión de tomarme un café con Roger: he cumplido todas mis metas, todo lo demás es un bonus. Ahora digo: ‘¡Ya vale!’”.

Abraham le ve el lado bueno a esta nueva etapa vital. “El fin de mi carrera no significa el fin de mi vida. Me encanta el deporte y seguiré practicándolo. En el futuro, quiero entrenar a atletas jóvenes. Ya lo estoy haciendo, pero cuando mi carrera llegue a su fin, apoyaré a aún más atletas. Los acompañaré durante la fase de preparación y en las competiciones, es el trabajo de mis sueños. También estoy deseando tener más tiempo para mi familia. Mi hijo tiene 13 años y me necesita como padre”.

A día de hoy, Tade es un héroe nacional en Suiza; su legado está quedando más patente que nunca en el último año de su carrera deportiva.

“Estoy encantado de tener más tiempo para mi familia”.

“La pregunta es qué le aporto yo al atletismo suizo. Para mí, es importante hacer historia. Puedes ganar dinero con cualquier trabajo, pero no puedes hacer historia en cualquier trabajo. Quiero inspirar a las nuevas generaciones y enseñarles algo. A base de trabajo duro, alguien acabará batiendo mi récord: estoy orgulloso de él, pero lo estaría aún más si alguien me superara”.

Cuando felicito a Abraham por su tercer récord suizo en maratón, me corrige con una sonrisa: “Cuarto”, dice orgulloso. 

“Y quién sabe, puede que acabe batiendo un quinto”, dice mientras me guiña un ojo y se marcha.