Roger Federer: de icono del tenis a icono de la innovación

Texto de Iain Fuller. Fotografía de Nicolas Haeni y Simon Almers.

Una sala contigua al ajetreado On Lab no es el lugar donde me habría imaginado encontrar a uno de los jugadores de tenis más conocidos del mundo. Ni tampoco rodeado de prototipos, hormas y muestras de material. Y, sin embargo, desde que empezó a colaborar con On en 2019, este rincón se ha convertido en una especie de segunda casa para Roger Federer.

Después de más de dos décadas en la pista dedicándose a ganar Grand Slams, lo más normal es que el suizo se hubiera sentado tranquilamente a reflexionar sobre su éxito. Pero eso no va con él. En lugar de perderse en las sombras del olvido, ha resurgido con fuerza para redefinir el futuro del tenis. Su continua colaboración con On es una clara prueba de esta aspiración.

Sin duda, estamos ante una relación que podría sentar un precedente. Pero ¿cómo empezó todo? A diferencia de las colaboraciones convencionales entre atletas y marcas, esta no comenzó con la palabra “patrocinio”. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque Federer ya llevaba puestas nuestras zapatillas. En esta ocasión, el flechazo llegó alrededor de una mesa, cenando y hablando de valores compartidos, innovación y diseño.

“Quería ayudar a una marca suiza a crear algo chulo. A hacer algo nuevo con un significado especial”.

El resto, como se suele decir, es historia. 

“Los últimos cinco años han pasado en un suspiro. A mí me habría encantado seguir jugando al tenis para siempre, con eso soñaba cuando era pequeño. Pero cuando me retiré oficialmente, tuve más tiempo libre para venir al On Lab a trabajar y hablar con el equipo. Ahí es cuando me di cuenta de que mi opinión podía aportar mucho a la hora de desarrollar productos. Desde entonces, hemos pasado muy buenos ratos y nos hemos divertido mucho. Me encanta venir aquí”.

Su transición de jugador a creador pareció algo tan natural y fluido como sus movimientos en la pista. “Los primeros seis meses de colaboración coincidieron con el final de mi carrera. Pero después de retirarme, e incluso durante la pandemia, trabajamos juntos en un montón de proyectos chulos. Y también hicimos grandes avances en lo que sería THE ROGER Pro. La terminamos justo antes de mi regreso a las pistas en Doha tras recuperarme de una lesión [en mayo de 2021]”.

Al igual que ocurrió con Federer, ese primer modelo se convirtió en un icono en muy poco tiempo. Pero ¿cómo de importante fue este logro para un hombre con una intimidante lista de reconocimientos como la suya? “Sin duda, hubo un proceso de aprendizaje. Después de más de 25 años de entrenamientos y tantos partidos jugados, condensar toda esa experiencia en una zapatilla fue un auténtico placer. Lo disfruté mucho”.

Tras toda una vida en las pistas, estaba claro que Federer sabía perfectamente cómo debían ser unas zapatillas de tenis, tanto por fuera como por dentro. “Tenían que ser cómodas, porque vas a tenerlas puestas muchísimas horas seguidas, a veces con temperaturas de 40 ºC. Pero también quería que se pudieran llevar por la calle. Eso era un punto importante”.

Como ocurre con todo lo bueno, el éxito se hizo esperar. “Recuerdo que me probé el primer prototipo estando en Australia y no nos convenció en absoluto. Estaban muy lejos de lo que teníamos en mente. Para ser sinceros, eran un desastre. Pero en la segunda versión ya conseguimos mejorarlas mucho”.

“Es lógico que quisiera que las zapatillas fueran seguras y lo suficientemente buenas como para salir a la pista con ellas. Pero lo cierto es que On acababa de aterrizar en el mundo del tenis. Su experiencia estaba en el running. Teniendo esto en cuenta, llegar al modelo final de esa primera zapatilla —la innovación, el diseño, todo— fue un logro increíble”.

Este fue solo el primer paso de Federer en su misión de integrar el tenis en el ADN de On y, desde entonces, no ha parado de trabajar con el equipo en su laboratorio.

“El riesgo de acabar haciendo lo mismo de siempre en lo que a zapatillas de tenis se refiere estaba ahí, sin duda. Pero creo que hemos encontrado la manera de innovar.

Después de todos esos años metido de lleno en el mundo del tenis, principalmente jugando partidos individuales, el deseo de Federer de seguir inventando y afrontar nuevos retos nace de su espíritu de colaboración. “Cuando se aspira a crear algo especial, es fundamental trabajar juntos. Me encanta venir y hablar con todo el mundo, dar mi punto de vista y escuchar el suyo. Siento que he sido capaz de transmitir mi amor y mi pasión por el tenis al equipo de On. Y cuando llega la hora de probar las zapatillas, tengo la oportunidad de saltar de nuevo a la pista, aunque sea por un momento”.

Este enfoque de evolución constante (que no revolución), ha llevado a Federer y al equipo a crear THE ROGER Pro 2, que saldrá a la venta en mayo de 2024. “Hemos centrado el diseño más en los desplazamientos, los deslizamientos y el agarre, porque los jugadores de ahora se mueven así. Mi estilo de juego era más suave y fluido, pero las nuevas generaciones son mucho más agresivas, y creo que es importante entenderlo”.

Dos jóvenes promesas que se desplazan y deslizan por la pista con mucha energía son Iga Świątek y Ben Shelton. ¿Qué siente Federer al ver a esta nueva generación de tenistas con sus zapatillas?

“Mi ilusión es ver a los mejores salir a la pista con THE ROGER, así que me encanta comprobar que a Iga y a Ben les va tan bien con ellas y que están ganado torneos. Pero también me gusta ver las zapatillas en los pies de jugadores sin contratos ni patrocinios”.

“Me haría muy feliz ver a uno de nuestros atletas ganando Wimbledon, porque sé lo que significa para cualquier jugador ganar el torneo más importante de todos. Estoy seguro de que colaboraremos con más tenistas. Tengo la sensación de que estamos doblando la apuesta por nuestro compromiso con el tenis. Pero lo vamos a hacer al estilo de On, es decir, apoyando el deporte desde las bases y encendiendo el espíritu de superación mediante el movimiento. Y creo que hacerlo así es algo nuevo y original”.

Las comunidades de tenistas aficionados son vitales para la supervivencia del deporte. Las redes sociales, la serie de Netflix Break Point sobre las nuevas generaciones de tenistas... ¿Qué opinión tiene Federer sobre el estado actual del deporte que tanto le ha dado?

“Me parece que es importante recordarle a la gente que no todo gira en torno a los tenistas que llegan a la pista central de Wimbledon, esos superhéroes vestidos de blanco de arriba abajo... Hay otro mundo del tenis ahí fuera, que es donde empezamos todos. Así que debemos pararnos a echar la vista atrás y ayudar en lo que podamos, porque nunca hemos de olvidar nuestras raíces. Es importante dar las gracias a quienes lo hicieron posible. On hace una labor increíble inspirando a nuevos jugadores y comunidades a entrar en el mundo del tenis. Y eso siempre ha sido vital para mí, por eso creé mi fundación hace veinte años. Así que hemos estado haciendo cosas parecidas”.

Esos dos últimos comentarios resumen a la perfección quién es Roger Federer. Un jugador que, para mucha gente, sigue siendo el mejor con la raqueta. Un auténtico héroe de las pistas que nunca se ha olvidado de todo lo que le ha dado este deporte que tanto ama. Ahora, su misión es conseguir que otras personas también tengan la oportunidad de sentir lo mismo.

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