

El barre puede parecer muy grácil y elegante pero hace trabajar a fondo los músculos. Desde pliés hasta rebotes: te contamos qué ponerte si buscas soporte, elasticidad y cero distracciones.


El entrenamiento ha evolucionado más allá de las rutinas tradicionales, y pocas actividades reflejan tan bien esta evolución como el barre. Basado en el ballet con elementos del yoga y el pilates, el barre es conocido por sus movimientos leves y precisos, que ponen a prueba tu equilibrio, fuerza y control. Se trata de una actividad al alcance de cualquiera: entusiastas del fitness, personas que se recuperan de una lesión, mujeres —antes y después de dar a luz— y también hombres. Mediante pliés, rebotes y relevés, activa músculos estabilizadores que no suelen entrenarse, mejorando así la flexibilidad, la postura y la resistencia. Ahora que la oferta de clases es cada vez mayor, hay una pregunta que suele repetirse con frecuencia: ¿qué me pongo para hacer barre? Contar con el outfit adecuado favorece tu comodidad, mejora la postura y te permite centrarte al 100% en cada movimiento.
El barre es, sobre todo, precisión. Si quieres que te sigan el ritmo, tus prendas tienen que dar la talla en cada plié, cada sentadilla y cada vez que mantengas una postura.
La mayoría de las clases de barre duran 30 minutos o más, así que conviene centrarse en la comodidad. Elige prendas que no rocen, que no resbalen y que no te distraigan cuando la cosa empiece a ponerse seria. A veces se usan pesas ligeras y bandas elásticas en las clases, pero por regla general se emplean movimientos isométricos y rebotes que notarás en todo el cuerpo.
Lo mejor es decantarse por modelos ceñidos pero flexibles que se muevan contigo, ya que eso facilita que el instructor haga correcciones. Un conjunto a juego —mallas suaves, una parte de arriba con sujeción y capas que poder quitarte cuando lo necesites— te permitirá centrarte en tu práctica desde el calentamiento hasta el final de la clase.




A la hora de decidir qué ponerte para hacer barre, empieza por unas mallas. Puesto que la mayor parte del entrenamiento tiene lugar en el suelo, unas mallas cropped o largas te ofrecerán más comodidad y protección que unos pantalones cortos. Evita los modelos con cierres o cremalleras, ya que estos suelen clavarse mientras entrenas o estiras.
Para barre, la suavidad y la elasticidad en las mallas para hombre y las mallas para mujer son más importantes que la compresión. Los modelos flexibles te permitirán moverte libremente en rebotes y estiramientos, mientras que los más ceñidos (no acampanados) harán que resulte más sencillo comprobar la alineación.
Opta por tejidos ligeros y transpirables como los de las Studio Tights, que ayudan a controlar la temperatura en entornos de entrenamiento cálidos (típicos de los estudios de barre) al tiempo que ofrecen soporte en cada rebote y cuando mantienes la posición o estiras.




Para hacer barre, la parte de arriba debe ser lo bastante flexible como para no limitar tus movimientos, pero también lo bastante ceñida como para mantenerse en su sitio. Además, un ajuste entallado permite a los instructores comprobar la alineación y poder corregir tu postura.
Prendas ligeras y transpirables como la Studio-T se ajustan como una segunda piel y ayudan a mantener la comodidad durante toda la clase.




Un sujetador deportivo es fundamental para la práctica del barre. Como se trata de un entrenamiento de baja intensidad, es conveniente priorizar la suavidad y la flexibilidad por encima de la compresión. Los tirantes deben resultar cómodos sin llegar a clavarse en los hombros.
El Studio Bra FKA, por ejemplo, cuenta con un tejido ultrasuave, sujeción ligera y Power Mesh en la espalda para garantizar tu comodidad (imprescindible en la práctica del barre).
Tal y como explica Natasha Chung, On Product Specialist: “Cada cuerpo es un mundo, y la mejor manera de saber qué es lo que mejor te va a ti es probar los productos y asegurarse de que estos se adaptan a tu cuerpo. Siempre es conveniente comprobar para qué nivel de sujeción se recomienda el sujetador y si este encaja con tus expectativas”.




El barre se practica con los pies descalzos. La mayoría de estudios te pedirán que lleves calcetines antideslizantes (o calcetines de estudio) por una cuestión de higiene y estabilidad.
A diferencia de los calcetines normales, estos incorporan tiras de silicona en la planta del pie que aportan tracción en los pliés y los rebotes para no resbalar. En barre, esto es importante tanto para tu seguridad como para tu rendimiento.
Existen distintos modelos. Los calcetines con dedos los separan para ganar flexibilidad, mientras que los modelos de cobertura completa ofrecen mayor estabilidad. Ambos están bien, elegir unos u otros es solo cuestión de preferencia.
¿Que vas a entrenar por tu cuenta? Para un look inspirado en el barre o el ballet, las Cloud X FKA cuentan con malla transpirable, goma de agarre y cordones más largos que imitan los movimientos en el estudio.
La ropa de barre suele ser ligera, pero las capas vienen bien para los calentamientos, para cuando hace fresco en el estudio o para ir a una clase a primera hora. Una sudadera (con o sin capucha) es la prenda ideal para ir y venir sin pasar frío.
Y si necesitas algo más, el Studio Bolero ofrece protección ligera para los brazos y los hombros sin restringir tus movimientos.




En barre, menos es más. La mayoría de los estudios ofrecen equipamiento como esterillas, pelotas y pesas ligeras. En casa, una silla robusta puede hacer las veces de barra.
Unos pocos accesorios pueden hacer que la clase sea más llevadera: una cinta o goma del pelo para retirarlo de la cara, una botella de agua para hidratarse bien y una bolsa de gimnasio compacta para guardar los calcetines antideslizantes, la ropa de cambio y otros básicos.
La constancia es fundamental en el barre. Al principio se suele empezar con dos o tres clases a la semana, y después se van añadiendo más a medida que ganamos fuerza y resistencia. Contar con el outfit adecuado marca la diferencia desde el primer día.
Como en el tenis o el running, lo que lleves puesto determinará tu rendimiento. Contar con el equipamiento adecuado aporta flexibilidad, estabilidad y comodidad, y te permite centrarte en la postura y la forma.
Si este responde bien, te permitirá concentrar toda tu energía donde más lo necesites. En cada rebote, plié y objetivo que se te ponga por delante.