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Marta García: “Nunca me arrepentiré de haber ido a por todas”

La fondista y mediofondista española nos habla de su primer gran año como pro, de cómo compaginó la medicina con el entrenamiento y de su preparación para París.

Texto de Sheridan Wilbur. Fotografía de Lea Kurth. 

La primera meta que se marcó Marta García fue alcanzar la coleta castaña de su hermana. “Siempre he visto a Bárbara como una inspiración y quería seguir sus pasos”. Con solo tres años, García siguió a su hermana Bárbara a su club local de running en la provincia de León. “Ahí me di cuenta de que era un animal competitivo—asegura la fondista y mediofondista española del On Athletics Club Europe (OAC Europe)—. Quiero ganar y ser mejor que las demás, incluida mi hermana. Fue entonces cuando comprendí que esto era lo mío”. 

Con “esto” se refiere a la pista. A los 26 años, García ha encontrado su lugar en el óvalo. Ha conseguido dos veces el récord de España, a la que pronto representará en los 5000 m en los Juegos de París; en 2021 fue la campeona de los 3000 m en el Campeonato de España de Atletismo en pista cubierta; ha sido cuatro veces campeona nacional... y la lista sigue y sigue. 

A pesar de este palmarés, García nunca ha vivido solo para el atletismo. Le encanta la música, sobre todo la guitarra, y en 2016 se sacó el título del conservatorio. “Pero tuve que elegir entre la música y la medicina porque no podía con todo”, admite. García terminó el grado en Medicina, pero para ello tuvo que interrumpir su trayectoria musical. Tomar decisiones difíciles es parte de hacerse adulta y de elegir el tipo de vida que quieres para disfrutarla plenamente.

“Cambié la música por la carrera porque me relaja. Cuando corro, me siento libre y se evapora el estrés”, explica Marta. Asegura que la música requiere “demasiado esfuerzo mental” y que habría sido más complicado de compaginar con la medicina. 

Marta cree que su audacia le viene de su hermana, que es siete años mayor. “Cuando estaba con ella, me fijaba en qué hacer y qué no hacer. Ella me ayudó a crecer en todos los sentidos”. Aunque ahora es atleta profesional, siempre encuentra tiempo para disfrutar de la música. Mientras corre, escucha desde rap hasta pop (le alucina Miley Cyrus). Temas de todo tipo de su playlist “Road to Paris”. “Depende del momento, de si estoy nerviosa o nostálgica. Normalmente me dejo llevar por cómo me siento”. 

“Cambié la música por la carrera porque me relaja”.

Mientras estudiaba Medicina, García entrenaba y competía, pero afirma con rotundidad que el running no era su prioridad por aquel entonces. “En la universidad, mi vida giraba en torno a la medicina y solo tenía tiempo para correr un par de horas al día”. Eso no quiere decir que no se esforzara al máximo, pero está claro que tenía que elegir sus prioridades. 

“Correr me aportaba equilibrio y salud. Me obligaba a no estar sentada en la biblioteca todo el día —dice—. De no ser por el atletismo, no habría hecho más que estudiar. Siempre tenía la sensación de que debería haber estudiado más, nunca sales de la uni sabiendo lo suficiente”. 

Para Marta, un día cualquiera en la universidad empezaba cuando sonaba el despertador a las 7:00. Una hora más tarde, estaba en clase. Pasaba toda la mañana en la facultad hasta que iba a comer a las 15:00. “Esa hora es normal en España”, explica. Luego estudiaba hasta las 19:00 y se iba a correr. El entrenamiento duraba hasta las 21:30, así que normalmente cenaba a las 22:00. Rara vez se acostaba antes de medianoche. 

“No tenía mucho tiempo para dormir, pero no podía hacer otra cosa. Correr me relajaba y quería seguir entrenando con mi gente; no quería ser un bicho raro. Me gustaba ser una estudiante más, no una atleta ni una estudiante-atleta”. 

Dedicarse al atletismo de élite y a estudiar Medicina al mismo tiempo suena como un castigo, pero para alguien con su determinación, era la mejor manera de no excederse en ninguna de las dos áreas. Y le hizo mucho bien: disfrutaba concentrándose por completo en cada una de estas actividades. Pero cuando se graduó en 2022, tuvo que tomar una decisión: hacer el MIR para ser médica o luchar por ser atleta profesional. 

“La decisión de dejar a mi familia para unirme al OAC Europe e ir a por todas con el running no fue nada fácil —asegura—. Pero nunca me arrepentiré de haber elegido este camino. No me arrepentiría incluso si no hubiera llegado hasta donde estoy ahora. En el deporte, tienes que aprovechar los años de juventud. El tren solo pasa una vez en la vida y hay que subirse porque si no, lo pierdes para siempre”.

“En el deporte, tienes que aprovechar los años de juventud. El tren solo pasa una vez en la vida y hay que subirse porque si no, lo pierdes para siempre”.

En 2022, García tuvo que decidir si quería darle una oportunidad al running profesional o empezar a practicar la medicina. “Siempre fui una niña muy activa, pero mi sueño era ser médica”, dice con sinceridad. El atletismo de élite sonaba muy emocionante, pero tenía sus riesgos. “Había estudiado mucho y no quería tirar todo ese conocimiento por la borda”, explica refiriéndose a sus estudios de Medicina. Pero tampoco quería perder la oportunidad de saber hasta dónde podría llegar en la pista de atletismo. Lo que no se imaginaba entonces es que, en menos de un año, lograría el récord de España y la mínima para llegar a los Juegos Olímpicos. Marta García se lo jugó todo a una carta. Al fin y al cabo, la única decisión incorrecta habría sido no tomar ninguna decisión. 

Pasó de largas sesiones de biblioteca a largas sesiones de entrenamiento en altura, en bloques de hasta seis semanas seguidas en Dullstroom (Sudáfrica) y St. Moritz (Suiza). “Ahora estoy priorizando el sueño y la buena alimentación. Antes no tenía tiempo de cocinar ni de preparar platos elaborados”, dice. Y es más consciente de lo que necesita. “Estresé mi cuerpo al límite cuando estudiaba y entrenaba. Pero ahora es más fácil. Entreno dos veces al día y no estoy tan cansada como antes. De momento, esta vida es menos dura”. 

Marta describe el OAC como una familia. Durante las concentraciones, esta familia de trece miembros convive de manera intensa. “A veces cuesta cuando llevamos mucho tiempo juntos, porque no tenemos mucha intimidad y es difícil encontrar tiempo para estar sola. Todos tenemos la misma sensación de que siempre hay alguien cerca. Estamos metidos de lleno en la burbuja del entrenamiento”.  

“Nos entendemos bien porque todos estamos en la misma situación. La relación entre nosotros es muy buena y nos apoyamos. Por eso funciona el equipo y por eso estamos unidos. Te motiva mucho cuando a alguien con quien entrenas a diario le va bien. Te transmite energía. Piensas que si a ellos les ha funcionado, a ti también te funcionará. Hay muy buen rollo y nos animamos entre nosotros. Estamos mejorando juntos”. 

Se describe como alguien “muy impaciente”, pero cree en el poder del entrenamiento y reconoce el trabajo de su entrenador, Thomas Dreissigacker, que la ha ayudado a explotar su potencial en los momentos oportunos. “Mi entrenador es muy inteligente y confío plenamente en él. Usa los datos de un modo científico, y eso me gusta. Yo soy una chica de ciencias y estoy de acuerdo con ese método. Se preocupa de nosotros más allá del rendimiento; también tiene en cuenta nuestra vida personal. Nos ve de manera holística, como debe ser”.


El programa de Dreissigacker, que combina las tiradas largas con un plan consistente en el gimnasio, la ha ayudado a crear una rutina saludable mientras entrena con la vista puesta en París. “Aunque ya esté pensando en los Juegos, no soy de esas atletas que se olvidan de lo que han hecho. El Campeonato de Europa fue superimportante para mí. La última vez que competí, hace dos años, acabé en el puesto doce. Este año me he llevado el bronce”.


Marta García logró la mínima olímpica de los 5000 m con un crono de 14:46:37. Fue en enero, en la Universidad de Boston. En cada evento solo hay tres puestos por país y, actualmente, es la única española con la mínima. “Así que estoy bastante relajada, y eso es bueno. Pero cuanto más hay en juego, mejor rindes. En el Campeonato de España tengo que acabar segunda o tercera como mínimo”. Y Marta hizo mucho más que eso: se colgó la medalla de bronce en el Campeonato Europeo y pulverizó su mejor marca personal con un tiempo de 14:44:04.

“Cuanto más hay en juego, mejor rindes”.

“Para mí, \[el Campeonato Europeo] era igual de importante que los Juegos. Fue una oportunidad increíble para ponerme a prueba con buenas rivales en un evento de esta talla. Ganar una medalla me ha dado seguridad en mí misma para todo el verano. Ya falta poco para la gran cita”. La ambición de García la ha acompañado desde el principio, pero ahora el punto de mira está en París. “Es 2024: el año más importante de nuestras vidas”.