

Encuentra las zapatillas perfectas con los consejos de Iga Świątek.
Iga Świątek sabe mejor que nadie lo importante que es contar con unas zapatillas de tenis que te queden bien. “Unas buenas zapatillas me dan más confianza y me permiten reaccionar con mayor rapidez porque sé que nunca me van a fallar —comenta la jugadora de tenis de On—. Muchos jugadores profesionales se acaban lesionando porque las zapatillas no les quedan bien”. Tras haber sufrido problemas de tobillo y una fractura por estrés, Iga es muy consciente de la importancia de dar con las adecuadas para rendir al máximo.
No es raro elegir unas zapatillas basándose únicamente en su estética, pero un buen ajuste va mucho más allá de que estas encajen con el look tenniscore que buscas: hay que tener muy en cuenta el ancho, el soporte del arco, el ajuste del talón y el uso para el que fueron concebidas.
Si las zapatillas son demasiado cortas, los dedos de los pies chocarán con la puntera en las paradas repentinas y los sprints durante los entrenamientos de tenis, y eso te provocará ampollas o hematomas en las uñas. Ponte de pie y mueve los dedos (lo ideal es que haya algo más de un centímetro entre el más largo y la puntera). Además, es fundamental que el talón sea cómodo y permita introducir la uña del pulgar sin apuros.
Al atarte los cordones, el pie debe quedar bien sujeto, pero sin llegar a apretar. Comprueba los laterales: si hay algún abombamiento en la entresuela o notas alguna molestia, las zapatillas son demasiado estrechas. Pellizca el material por la parte más ancha del pie. Si no coges nada de tejido, es probable que las zapatillas te queden demasiado justas. Si coges un pliegue demasiado grande, es que están demasiado sueltas.
Tómate tu tiempo para domarlas. Algunas resultan algo rígidas al principio, pero acaban dando de sí y adaptándose al pie. Recuerda que la piel y ciertos materiales sintéticos mantienen la forma durante más tiempo y apenas ceden.
Un buen ajuste del talón evita que las zapatillas se levanten al correr o saltar, lo cual las hace más reactivas a tus movimientos. Es normal que se muevan un poco, pero si el talón se va hacia arriba o hacia los lados, ahí ya hay un problema. Comprueba la parte trasera: si el hueco es lo bastante grande como para que quepa un dedo, están demasiado sueltas.
Si te pasa a menudo, puede que tengas los talones estrechos. Prueba la técnica del bloqueo del talón o lazo del corredor para proteger el talón sin apretar:
Átate los cordones hasta el penúltimo agujero.
Pasa cada cordón por el último agujero del mismo lado formando pequeños lazos.
Cruza los cordones y pásalos por el lazo contrario.
Tira de ellos y átalos como de costumbre.
Prueba con distintas técnicas hasta encontrar la que mejor te funcione.
La puntera es donde descansan los dedos: si no aciertas con ella, todo lo demás da igual. Debes poder mover bien los dedos sin sentirlos apretados. Si se montan unos encima de otros o están muy juntos, la puntera es demasiado estrecha. Y lo mismo al contrario: si hay demasiado espacio y los dedos se resbalan, es demasiado ancha. Puesto que cada pie es diferente, puede que tengas que encontrar un modelo con una puntera más ancha o más estrecha según la forma del tuyo.
El soporte del arco es clave para la comodidad y el rendimiento, sobre todo en partidos largos. Tus arcos necesitan soporte, no tensión. Si el soporte no es perfecto, usa una plantilla: las plantillas ortopédicas (a medida o de serie) pueden ayudarte sin interferir con el ajuste general.
Conocer tu tipo de pie es fundamental para encontrar las zapatillas de tenis ideales. Te contamos cómo identificar el tuyo:
- Arco alto: poco o ningún contacto del arco con el suelo. Necesitarás un soporte del arco adicional y una buena amortiguación para absorber los impactos.
- Arco bajo: si pruebas a dejar tu huella sobre un papel y sale completa, es posible que tiendas a la sobrepronación, con lo cual necesitarás un mayor soporte del arco para alinear los pies.
- Arco neutro: una curva moderada significa que la mayoría de las zapatillas te irán bien.
- Pies anchos: si las zapatillas están demasiado prietas o loss pies sobresalen por los lados, busca hormas anchas o extraanchas.
Dependiendo de tu tipo de pie, puede que una zapatilla que le queda bien a otra persona no te valga a ti por mucho que ambos uséis el mismo número.
Como bien sabe Iga, en cada pista de tenis se necesitan unas zapatillas distintas para un rendimiento óptimo. “Quiero estar lista para deslizarme, botar y saltar, y también para propulsarme para una dejada y acabar con el pie hacia adelante”, comenta. Te contamos cómo el diseño de la zapatilla favorece la agilidad en los tres tipos más habituales de pista:
- Pistas duras: son duras para las zapatillas y para las articulaciones, así que mejor elegir unas duraderas con buena amortiguación. El modelo THE ROGER Pro 2 cuenta con una suela de goma resistente a la abrasión y una entresuela que absorbe los impactos para garantizar el confort y la durabilidad.
- Pistas de tierra batida: suaves y resbaladizas. Elige tracción y estabilidad. El modelo THE ROGER Pro 2 Clay tiene una suela de espiga para favorecer el agarre y la tecnología Speedboard® de On para un mayor retorno de energía.
- Pistas de hierba: resbaladizas y desiguales. Busca suelas con tacos o protuberancias y un drop talón-puntera bajo para ganar estabilidad.
Si juegas en distintas superficies, prueba THE ROGER Clubhouse Pro, una equilibrada mezcla de tracción, soporte y durabilidad.
A la hora de probarte unas zapatillas de tenis, ten en cuenta lo siguiente:
- Pruébatelas a última hora del día. Los pies se van hinchando a medida que avanza el día, así que probártelas en su punto álgido puede evitar sorpresas desagradables en mitad de un partido.
- Ten en cuenta el grosor de los calcetines. Pruébatelas con los calcetines con los que vayas a jugar, ya que estos influyen en el ajuste.
- Muévete. Las sensaciones cuando estás inmóvil son muy distintas a cuando estás en movimiento. Camina, corre y haz algunos ejercicios básicos para el juego de pies para ver cómo responden las zapatillas.
- Déjate aconsejar. Una persona con experiencia en una tienda especializada puede ayudarte a determinar tu tipo de pie, recomendarte modelos y aconsejarte lazadas o plantillas para mejorar el ajuste.
Estos pasos aumentarán tus probabilidades de encontrar unas zapatillas que te sienten bien desde el primer saque hasta el punto de partido.
“Cuando era más joven, usaba las zapatillas hasta que acababan destrozadas”, comenta Iga. Ahora, en cambio, está más pendiente del estado de la suela y del soporte. Pese a que cuesta desprenderse de unas zapatillas gastadas, renovarlas de vez en cuando garantiza un ajuste perfecto y reduce el riesgo de lesiones.