

Berlín es una ciudad activa y energética, con una personalidad marcada por su multiculturalismo y su historia. Una ciudad llena de contrastes, donde los quioscos de comida rápida conviven con los restaurantes más contemporáneos. Un lugar donde la historia y el futuro van de la mano por sus amplios parques y avenidas. Muchas veces señalada como la ciudad más icónica del planeta, la capital alemana tiene algo especial para todos, sean cual sean tus intereses. Y sin duda esto no excluye a los amantes del running.
Berlín tiene una energía inextinguible. Es difícil de decir qué es exactamente lo que hace única a esta ciudad. Un lugar completamente moderno pero lleno de historia, lleno de vitalidad y de sorpresas, una mezcla de culturas inigualable llena esta ciudad de 3,6 millones de habitantes.
Acoge la famosa Ópera de Berlín, la Filarmónica, cientos de galerías de arte y museos y numerosos puntos designados patrimonio mundial de la UNESCO. Y casi la misma cantidad de bares y discotecas, incluyendo algunos de los que se dice que nunca cierran sus puertas.
Sea lo que sea que estés buscando, hay una buena probabilidad de que lo encuentres en Berlín. Y por supuesto, esta oferta incluye nuevas y excitantes aventuras de running.
Kathi Seifert se trasladó a Berlín hace 10 años en busca de un lugar más inclusivo y acogedor para vivir. Pocas ciudades pueden encajar mejor en esa descripción que Berlín.
«Nací en una pequeña ciudad con valores conservadores. Este tipo de ambiente no encajaba conmigo. Durante toda mi juventud, siempre sentí que necesitaba algo más. Mis padres son muy autoritarios y conservadores así que me decidí a poner un poco de distancia entre nosotros», nos cuenta.
«Así que me mudé a Berlín porque quería encontrar gente con la que encajara mejor, gente más tolerante. Además, Berlín tiene muchas zonas diferentes, y cada una tiene cosas distintas que ofrecer. Es como si los distintos barrios fueran pequeñas ciudades».
«Y es más verde de lo que te puedes imaginar. Por supuesto, es una ciudad, pero una ciudad única».
Kathi no lo ha tenido fácil en su vida y en primer lugar recurrió al running como forma para calmarse y ser capaz de procesar las emociones de tener un padre con un trastorno mental. Descubrió que tomarse el tiempo para salir a correr le ayudaba a sentirse más cómoda y segura.
«Comencé a practicar carreras de larga distancia porque me di cuenta de que es algo que me hace sentir mejor y me conecta conmigo misma. Creo que para mucha gente correr es algo más que el rendimiento en sí. Ese fue mi punto de partida», nos cuenta.
«No se trataba de correr 10 o 30 km. Me ponía la sudadera y corría hasta que me cansaba. Me di cuenta de lo bien que me sentaba y seguí trabajando en ello. Después ya me bajé una aplicación, me compré el reloj deportivo y me hice con buena equipación.
Me gusta mantener las opciones abiertas. A veces decido cómo de rápido quiero correr y la distancia que quiero hacer ese día. O a lo mejor salgo a dar una vuelta fácil sin ni siquiera mirar el reloj. Simplemente corro y respiro al ritmo que me hace sentir bien. O si siento que necesito aumentar un poco la confianza en mi misma, me propongo un reto que superar. La sensación de empoderamiento en la meta merece la pena».
Kathi trabajaba en marketing, pero desde que sufrió un burnout hace casi dos años, se ha dedicado a crear espacios seguros para que la gente hable y aprenda sobre salud mental. El año pasado, justo antes de que empezara la pandemia, fundó Deep Talk , una serie de eventos y comunidades de salud mental, tras detectar la falta de recursos para las personas necesitadas.
«A través de mis propias experiencias, me di cuenta de que muchas personas sufren. Sé cómo afectan los problemas mentales y sé cómo es lidiar con el estigma. Por ello me decidí a crear un espacio seguro para quien lo necesitara», afirma.
«Comprobé que no había muchos lugares para hablar de estos temas. Obviamente, la gente habla de bienestar y salud mental todo el tiempo, pero casi siempre de manera bastante superficial. Es mucho menos frecuente encontrar una plataforma donde puedas escuchar a un experto o un lugar donde no tengas que sentirte solo con tus problemas».
Quiero ayudar. Por ahora estoy haciendo muchas colaboraciones con start ups y estoy a punto de fundar una organización sin ánimo de lucro. Definitivamente me gustaría llevar esto al siguiente nivel y hacer algo más que eventos, publicaciones en Instagram y reuniones de Zoom. Tengo grandes planes».
Y para Kathi, correr y vivir en Berlín ha sido crucial para su recuperación.
«Descubrí que cuando no me sentía bien, no tenía ganas de salir ni de explorar. Pero el running me ayudaba a superar esto. Sentía que así sí podía. Y Berlín también jugó un papel importante. Pensaba que conocía bien la ciudad, pero hay tantos pequeños caminos por descubrir y a los que probablemente no irías o no descubrirías si no estuvieras corriendo. Esto me dio la confianza que necesitaba para seguir entrenando».
Aquí están algunas de sus rutas favoritas:
La primera ruta que Kathi propone es una vuelta al antiguo aeropuerto de Tempelhof. Este espacio verde es una antigua zona aeroportuaria y militar que abarca 355 hectáreas de terreno, lo que lo convierte en uno de los mayores espacios abiertos en el centro de una ciudad en el mundo.
«Elegí esta ruta porque está justo delante de mi puerta y pasa por mis zonas favoritas. Me gusta esta ruta porque es un lugar único, es un antiguo aeropuerto donde la gente va a hacer kite board, patinaje, skateboarding, baile… ¡mucha gente lleva a sus perros! También puedes hacer picnics o simplemente echar el rato sentado en la hierba. Hay un ambiente como de festival.
Atraviesas la puerta y parece que estás en la playa porque no se ven edificios, solo el horizonte. Es magnífico poder disfrutar de esa amplitud. Sin nada que te moleste a la vista. Además siempre hace mucho viento. Lo que puede ser un reto para los corredores. Diría que la mitad de la ruta es fácil y la otra mitad tienes el viento de cara».
En su ruta de 10 km, Kathi escapa de la ciudad sin salir de ella. Esta ruta discurre junto al río Spree antes de adentrarse en los árboles del parque Treptow para cambiar de aires y disfrutar de la vasta vegetación.
«Mi ruta de 10 km trata realmente de alejarse de la vida de la gran ciudad, de ahí su nombre, que básicamente significa “escape de la ciudad”. Está bastante cerca de zonas concurridas, pero se adentra en el bosque y discurre a lo largo del río, por lo que realmente tienes la sensación de no estar en Berlín. Es muy verde y al estar cerca del agua corre mucho aire fresco».
«Además, si te sientes con fuerzas, puedes ampliarla a una ruta de 15 km. Suelo hacerlo porque creo que una de las partes más bonitas de la ruta es cuando estás en el bosque. Estás sola, sin nadie que te moleste. Creo que es una forma estupenda de recuperarse de un día estresante y también una forma agradable de acercarse a la naturaleza».
Para su tercera y última ruta, Kathi nos lleva a recorrer 15 km por algunas de las zonas más emblemáticas y conocidas de la ciudad. En esta ruta podrás comparar tu ritmo con el propio ritmo de la ciudad.
«Esta es una ruta perfecta para explorar la ciudad, ya que incluye muchos sitios turísticos y partes históricas de Berlín. Cuando empecé a entrenar para correr carreras más largas, me costaba motivarme para ir más allá de los 20 km -incluso con una buena lista de reproducción-, pero me di cuenta de que si tenía algunas buenas distracciones visuales, no me centraba tanto en la distancia o en cuántos kilómetros me quedaban por correr».
«Esta ruta está bien para eso, y me lleva a lugares a los que no iría normalmente. La arquitectura es increíble y vas a la parte más histórico-política de la ciudad, así que el pasado está muy presente mientras corres. Esta sería la ruta que recomendaría a quien llegue nuevo a la ciudad. Ofrece una gran visión general de las diferentes zonas, por lo que una persona que realice esta ruta probablemente se hará una buena idea de dónde quiere pasar el rato después de la carrera».
Terz - «Esta pequeña cafetería sirve comida casera y deliciosa para todo tipo de gustos. Calientes o fríos, de carne o veganos, dulces o salados. Café o zumo».
21 gramm - «Este lugar es mi mejor recomendación para hacer un brunch. También está muy bien para tomar una copa después del trabajo».
La Isla - «¿Quieres probar el mejor café de la ciudad? Este lugar es para ti. Es una cafetería cero residuos y con muchas opciones veganas y sin gluten. El jefe también es un gran corredor, si eso te anima más a echarle un vistazo».
Pavillon am Ufer- «Se trata de un café al aire libre en el Landwehrkanal, lo que lo convierte en un lugar muy frecuentado en primavera y verano. Es perfecto para observar a la gente, disfrutar de una bebida y del hermoso ambiente del canal».