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Club ASRA | Londres (Reino Unido)

Un espacio seguro para que las mujeres musulmanas puedan correr y moverse juntas.

Texto de Karen Edwards. Fotografía de Aisyah Octavia.

​​Sahra-Isha Muhammad-Jones empezó en un club de atletismo a los 11 años, y enseguida comenzó a notar los efectos positivos del deporte y el ejercicio: correr la hacía sentirse bien, libre y saludable. Después de dejarlo un tiempo para centrarse en preparar las pruebas de acceso a la universidad, volvió a retomarlo. Para entonces, ya era toda una mujer (musulmana) de 18 años, y vio que el panorama había cambiado bastante: ella llevaba hijab y sus antiguos círculos le resultaron menos inclusivos. Apoyada por otras mujeres musulmanas que habían experimentado esa misma sensación de exclusión y desencanto, fundó el club ASRA  en el este y el sur de Londres en 2019. Esta es su historia.

Correr me ayudó a gestionar mi salud mental y se convirtió en una parte importantísima de mi identidad  porque me encanta cómo me hace sentir. Cuando corro, es como si me quitara un peso de encima: me olvido de todo aquello que me resulta estresante, hace que me sienta libre. Pero cuando volví a correr después de los exámenes ya no era lo mismo; no me pareció que pudiera presentarme allí sin más [con mi hijab], no me sentí aceptada. Así que recurrí a las redes sociales para ver si era la única.

“Cuando corro, me olvido de todo aquello que me resulta estresante”.

Las mujeres musulmanas se enfrentan a obstáculos en la sociedad constantemente. Antes de entrar en una sala, la gente ya da por hechas ciertas cosas sobre ti, y cuesta ser tú misma siendo consciente de todo lo que se da por sentado (y, a veces, tener que contrarrestar esas suposiciones). Como mujer musulmana de color, es aún más complejo: tenemos que enfrentarnos a muchos estigmas y prejuicios antes incluso de empezar a correr, y esto puede traducirse en una baja autoestima, agotamiento y desgaste emocional.

Recibí cientos de respuestas de mujeres musulmanas, y todas y cada una de ellas me transmitieron la dificultad de encontrar espacios en los que poder ser ellas mismas y sentirse seguras mientras corren. Yo estaba en la universidad por aquel entonces, pero también trabajaba como investigadora para algunas marcas, así que creé un grupo focal: quería escuchar las voces de esas mujeres, entender sus necesidades y los obstáculos a los que se enfrentan. 

El club ASRA comenzó su andadura en marzo de 2019, en pleno Ramadán, así que empezamos por hablar sobre bienestar y nutrición. Organizábamos sesiones de yoga y talleres de poesía, journaling y sororidad cada semana. El club de running empezó en septiembre de 2019. Básicamente, es un espacio en el que poder ser nosotras mismas cuando saltamos a la pista de atletismo. El nombre de ASRA viene de ‘Al-Isra’, un capítulo del Corán que significa ‘el viajenocturno’. ¿Nuestra filosofía? No dejar a nadie atrás. 

“No dejar a nadie atrás”.

Ahora, cada semana tenemos hasta 40 mujeres corriendo. Organizamos sesiones en pista de atletismo semanales. Cuando nos movemos, lo hacemos juntas, pero solemos dividirnos en grupos más pequeños en función de la capacidad o el ritmo de cada una. Hay chicas de todos los niveles, así que ninguna corre sola. También ofrecemos sesiones de paseo por el parque (un proyecto intergeneracional) en sábados alternos y, durante el Ramadán, un programa de yoga y talleres de bienestar relacionados con la sororidad. 

La idea de la sororidad también está muy presente en los principios islámicos. Somos una comunidad que se enfrenta a muchos problemas en la sociedad, así que es importante contar con cierto apoyo. Es una manera de pensar preciosa, y somos muy conscientes de que todas hemos vivido experiencias vitales distintas. Además, las enseñanzas islámicas nos dicen que somos responsables de cuidar de nuestro cuerpo, y la actividad física y el bienestar forman parte de eso.

Nuestra colaboración con On nos presta el apoyo que necesitamos para hacernos oír. A diferencia de otros clubs de running, somos muy visibles, pero no se nos oye lo suficiente; esto es especialmente importante. On es consciente de eso, y la financiación que nos ha aportado nos permite apoyar de verdad a nuestra comunidad y seguir ofreciendo sesiones para nuestras corredoras.

“Cuando nos movemos, lo hacemos todas juntas”.

Mi familia procede de Gambia y de Sierra Leona, así que siempre he querido crear un espacio como el club ASRA para las jóvenes que viven allí. La idea surgió al escuchar a unas jóvenes increíbles hablar de sus experiencias con el deporte cuando estuve en Gambia hace un par de años: allí, como también sucede en Gran Bretaña, las mujeres sienten que no pueden correr con vestido o niqab. Como no es algo que esté normalizado por el momento, sienten que no queda otra que llevar mallas para correr, lo cual supone un gran cambio con respecto a su vestimenta habitual y eso hace que correr siendo mujer parezca una hazaña imposible. Tu forma de vestir no debería impedirte hacer deporte. Mi esperanza para la comunidad femenina es que se vea representada en un club de running, sobre todo ahora que se está produciendo un cambio de paradigma social (en parte gracias al trabajo de organizaciones como ASRA).

“No se nos oye lo suficiente”.

Ahora somos una comunidad internacional de más de 700 runners. Tenemos miembros en Reino Unido, Gambia, Francia, España y EE. UU.: recibimos mensajes de mujeres a las que les encanta lo que hacemos y que querían participar en nuestro chat grupal a pesar de no vivir en Reino Unido, así que las acogimos en el seno de nuestra comunidad. Aunque no puedan correr físicamente con nosotras, forman parte de nuestro club.

Ser miembro del club ASRA aporta muchas cosas, y eso se siente al entrar y salir de la pista. Es algo importante para la justicia restaurativa, y es algo que la sociedad sin duda necesita. 

Gracias a la colaboración de Right To Run, el club ASRA recibe los fondos y recursos necesarios para seguir animando a las mujeres musulmanas a disfrutar de actividades deportivas en un espacio cómodo y seguro. Para saber más sobre cómo puedes involucrarte en esta iniciativa, visita ASRA