Gesa Krause: “Sigo manteniendo la misma pasión de siempre”

Texto de Robert Birnbaum. Fotografía de Tom Schlegel.

Durante más de diez años, pocos nombres se han asociado tanto al éxito en el atletismo alemán como el de Gesa Krause. Tres veces finalista olímpica en 3000 m obstáculos. Dos veces medalla de bronce en el Campeonato Mundial. Unos objetivos que Gesa llevaba persiguiendo desde que era adolescente.

“Siempre fui una buena corredora de media distancia, sobre todo en 800 y 2000 m. A los 16 años, me matriculé en una escuela deportiva en la que también empecé a correr 1500 m. En un momento determinado, me vi obligada a elegir entre esto o 1500 m obstáculos”.

En su primera carrera de obstáculos, Krause marcó la pauta de la que sería una trayectoria espectacular. Quedó segunda y se clasificó para el Campeonato de Alemania, que acabaría ganando más adelante. Había encontrado su punto fuerte.

“Siempre me habían gustado las carreras de obstáculos, y mi técnica era buena desde el principio. Es mucho más que correr en círculos, ya que también tienes que enfrentarte a obstáculos. Todo es posible, todo depende de tu postura. Y yo siempre he tenido una gran facilidad para la táctica y el ritmo”.

Entonces, un año después de acabar entre las cinco primeras en Tokio, Krause anunció su embarazo. En abril de 2023, la atleta de Hesse dio la bienvenida al nuevo miembro de la familia: su hija, Lola Emilia. 

La vida de Krause ha cambiado, pero sigue echándole ganas. Tras un largo periodo alejada de la competición, demostró en el Campeonato de Alemania de Pista Cubierta en Leipzig que sigue centrada en sus objetivos. Con dos campeonatos en su haber (en 1500 m y 3000 m), la nueva atleta de On está deseando alcanzar más metas deportivas esta temporada. 

"Llevo practicando deportes de competición desde 2008 y compitiendo en todas las grandes pruebas deportivas internacionales desde 2011”, señala. “No he tenido mucho tiempo de respirar estos años. En 2022, llegué a mi límite físico porque no hice caso a las señales. El embarazo me dio la oportunidad de respirar y reconstruirme totalmente".

Para las atletas como Krause, que apenas paran entre una competición y otra yendo de campo de entrenamiento en campo de entrenamiento, incluso los descansos bien recibidos pueden suponer un reto.

"Era una situación totalmente nueva para mí, me supuso todo un reto quedarme quieta. Empecé a pensar cómo sería volver a competir (después de ser madre) y en si podría repetir mis éxitos anteriores".

Krause decidió ir a su propio ritmo y confiar en el proceso.

“Soy alguien que confía plenamente en el proceso de entrenamiento. Por supuesto, veía que mis avances eran lentos porque igual no estaba aún al 100%, pero sé que voy por buen camino. Tomamos la decisión consciente de hacer una temporada en pista cubierta para volver a competir, a sentir nervios y a manejar distintas situaciones".

"Las primeras carreras me confirmaron que tengo un buen nivel de rendimiento. Fui a la primera sin ningún miedo y me di cuenta de una cosa: sigo siendo yo. Las cosas eran un poco diferentes, pero no habían cambiado tanto".

“2024 debería ser un año de grandes marcas. Para mí, un rendimiento excepcional es la base de mis sueños de medalla”.

Grandes sueños, pequeños pasos. La estrategia de Krause es muy sencilla: “Trato de ir pasito a pasito”. 

Volvió a entrenar en mayo de 2023: “Empecé prácticamente de cero. Ese fue el pistoletazo de salida, ahora lo que me motiva es ver hasta dónde puedo llegar. Quiero rendir al máximo este año”. 

Krause habla de la final femenina de 3000 m obstáculos con una confianza muy calculada.

“Mentiría si dijera que no tengo ese tipo de sueños y deseos, pero no supeditaría el éxito en 2024 a una medalla, una clasificación o una marca: se trata de ser capaz de seguir por este camino de forma sana y feliz, de acercarme lo máximo posible a esos tiempos, sueños y metas".

Krause está tomando un rumbo distinto al de otros años. Entrenando hasta el límite, y a veces más allá, pero con una mentalidad distinta. 

"He aprendido a escuchar mejor a mi cuerpo; eso también fue muy importante para mí durante el embarazo. Nunca dejé de entrenar, pero también había días en los que no me sentía bien. Entonces me decía: 'No puedo, así que lo dejo por hoy y ya seguiré mañana’. Ahí fue cuando me di cuenta de que no hay que darlo todo por perdido por un día: hay que ser un poco más cuidadosa con tu estado y tu salud".

Además de su visión con respecto al entrenamiento, la vida de Krause cambió en muchos sentidos tras dar a luz a su hija, Lola.

“Lola es quien marca el ritmo en casa ahora mismo”, bromea. “Me encanta dedicarle tiempo a mi segundo trabajo a tiempo completo, ser madre. En términos generales, soy una persona muy familiar: la armonía que siento cuando paso tiempo con mi familia me da fuerzas y energías renovadas”.

La regularidad y la pasión son fundamentales.

"Echaba mucho de menos competir”, explica Krause, “por eso el parón fue tan importante: me hizo darme cuenta de que sigo queriendo dedicarme a esto, de que sigo manteniendo la misma pasión por competir".

Cuando Krause no está zumbando por las pistas de medio mundo, se dedica a explorar todos los rincones que puede, y esto toma la forma de escapadas urbanas espontáneas o experiencias para ampliar horizontes como la que vivió en Bali (Indonesia). Pero no suele viajar sola: pasar tiempo con sus seres queridos es una de sus mayores pasiones. 

“Me encanta disfrutar de la vida en buena compañía, disfrutando de los momentos especiales. No siempre es posible, pero también me apasiona desconectar de mi vida como atleta profesional. Puedo parecer una persona bastante seria, pero quienes me conocen bien saben que no es el caso en absoluto: simplemente me concentro mucho en todo lo que hago”.

La pasión de Krause sigue siendo tan fuerte como siempre en 2024, y toda su atención está centrada en la próxima carrera importante de la temporada.