

Una conversación que analiza las oportunidades y los retos del reciclaje de fibra a fibra y cómo integrar la circularidad en los procesos, el diseño y los modelos de negocio de On.
Texto de Laura Markwardt. Fotografía de Noah Steiner.
Dana Müller: Franchise lead de Cyclon™ Georg Singer: Innovation Business Development Daniel Solomita: CEO de Loop Industries
El “reciclaje convencional” es una especie de comodín para definir una solución al problema global de los recursos limitados, el consumo excesivo y la acumulación de residuos, pero tiene sus limitaciones.
En términos generales, hace referencia a la reincorporación de materiales que de otro modo acabarían convirtiéndose en residuos en un nuevo ciclo de producción. Suele funcionar bien para productos puros como las botellas de plástico PET transparente, pero resulta más complicado para aquellos hechos de materiales mixtos o plásticos opacos o con color.
En el sector textil, el reciclaje convencional se basa principalmente en reutilizar botellas de plástico y envases de poliéster (PET) para convertirlos en textiles de poliéster reciclado. El PET, normalmente a base de combustibles fósiles, es uno de los materiales de mayor volumen empleados en las prendas deportivas (no solo en On, sino en todo el mundo) de todo el sector. Un estudio d The Textile Exchange confirma que, solo en 2023, en torno al 99% del poliéster reciclado del mercado mundial procedía de botellas PET recicladas.
Cada vez existe una mayor concienciación de que casi todas las prendas hechas con este material acaban en vertederos o en incineradoras, con lo que es hora de adoptar un nuevo enfoque.
En la teoría, esto pasa por reducir nuestra dependencia de las botellas de plástico como primera fuente de materiales reciclados y por impulsar soluciones que promuevan la circularidad en el sector textil y del calzado.
En la práctica, se traduce en acciones incentivadas, regulación de alto nivel y un esfuerzo colaborativo en los diferentes sectores para aprovechar el cambio, respaldar el reciclaje de fibra a fibra y posibilitar una solución de bucle cerrado para los residuos que contienen fibras de poliéster. Uno de los principios básicos de On consiste en construir un futuro más justo e inclusivo, favoreciendo la creación de un modelo circular y el uso de materiales renovables: existe una manera mejor de hacer las cosas.
“Nuestras empresas tienen el mismo espíritu aventurero”, le dice Dana Müller (On) a Daniel Solomita (CEO de Loop Industries) en el transcurso de su conversación con Georg Singer (On) para explorar soluciones colectivas.
Loop Industries, uno de los socios de On, es una empresa especializada en el reciclaje de fibra a fibra. Este término hace referencia al reciclaje de los residuos de poliéster dentro del propio sector textil, de ahí la idea de un círculo cerrado o bucle (loop en inglés).
Desde el punto de vista ecológico, el reciclaje de fibra a fibra tiene más sentido que usar PET procedente del sector de las bebidas. Las botellas pueden reciclarse mediante procesos convencionales o mecánicos durante un número determinado de ciclos (suelen ser tres) antes de que los materiales se degraden demasiado, pero si estas se transforman en textiles, los ciclos se acaban ahí. Loop Industries ha desarrollado una tecnología para reciclar residuos PET de escaso valor (textiles incluidos), así como botellas de plástico que de otro modo habrían acabado en vertederos o incineradoras.
“On está realizando grandes avances hacia la circularidad y abonando el terreno para nuevas tecnologías que contribuyan a reducir nuestra huella y acabar con el uso excesivo de materiales”, señala Georg Singer, “pero siempre cumpliendo con todos los requisitos de calidad que se exigen en el sector del rendimiento y la ropa deportiva”.
En la opinión de On, en vez de romper el bucle del reciclaje de botellas PET (en el que ya existe un sistema circular en la industria de los envases), todos los esfuerzos deberían estar orientados a ampliar el ciclo de vida de la ropa y el calzado. El reciclaje de fibra a fibra mantiene la ropa y el calzado dentro del mismo sector, una condición indispensable para el futuro escalable del reciclaje.
“Emprendimos esta misión de integrar la circularidad en todos nuestros procesos, diseños y modelos de negocio en 2022 con el lanzamiento de las zapatillas Cloudneo”, explica Singer. “Las Cloudneo fueron las primeras zapatillas que lanzamos en el marco de nuestro programa de suscripción Cyclon™, diseñado para que los usuarios puedan devolvernos los productos fácilmente para que los reciclemos y mantengamos los materiales reciclables en circulación”.
Partiendo de este punto, On sigue buscando socios innovadores por todo el mundo que apoyen esta visión. La colaboración con Loop Industries acabó dando lugar al lanzamiento reciente de las zapatillas Cloudeasy Cyclon. Su upper está confeccionado con hilo hecho con fibra de poliéster reciclado de calidad virgen 100% de Loop y empleando la tecnología Infinite Loop™. Esta innovación forma parte de nuestros esfuerzos por integrar la circularidad a largo plazo en todo lo que hacemos y galvanizar un movimiento en esta dirección muy necesario en el conjunto de la industria.
“El reciclaje de fibra a fibra nos permite asumir la responsabilidad por nuestros propios productos y reincorporarlos a nuestra producción”, afirma Singer. “La normativa creciente, sobre todo en Europa, obligará al sector de los envases a emplear ciertas cuotas de material reciclado, lo que limitará también la capacidad de nuestra industria para obtener poliéster reciclado de ese sector”.
En 2023, el poliéster reciclado representaba el 85 por ciento del poliéster total empleado por On, y procedía principalmente de botellas PET recicladas. Nuestro objetivo es superar el 95 por ciento de fibras de PET reciclado o renovable en todos los productos que fabricamos al año para 2027, aumentando así el uso del reciclaje de fibra a fibra. Esto forma parte de la estrategia de innovación de materiales de On, en la que los materiales preferentes son un elemento fundamental para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de carbono.
Con su colaboración con Loop Industries, On pretende desarrollar mejor este nuevo valor y la cadena de suministro.
“En los últimos años nos hemos enfrentado a muchos retos”, señala Daniel Solomita, CEO de Loop Industries. “En los textiles existe una enorme cantidad de lo que llamamos ‘contaminantes’ en las mezclas de fibras. Esa es la parte difícil, cuando el poliéster se mezcla con poliéster de nailon, botones, cremalleras y distintos tipos de tintes”.
“El reciclaje tradicional [o convencional] emplea altas temperaturas para fundir el plástico o presiones muy altas para romperlo”, explica. “El problema aquí es que, además del poliéster, también acaba por romper el resto de materiales, y cuando eso ocurre, se genera una cantidad ingente de residuos con los que lidiar, y es por eso que el reciclaje de textiles tradicional nunca ha tenido demasiado éxito”.
Empecemos con una sabrosa analogía: Solomita explica los rudimentos de la ciencia aplicable en este caso usando como ejemplo una tarta de chocolate ficticia en la que los huevos, la harina, el azúcar y el chocolate que contiene podrían dividirse en sus formas más puras, utilizarse para preparar una nueva tarta y volver a separarse una vez más.
El PET es una síntesis de dos derivados del petróleo: monoetilenglicol (MEG) y dimetil tereftalato (DMT). “Estos son los dos elementos básicos que intervienen en la producción del PET para envases y aplicaciones de fibra”, dice Solomita.
“Se trata simplemente de una cadena molecular: las moléculas de DMT se adhieren a las moléculas de MEG, y esa cadena es lo que dota al plástico de su fuerza”, prosigue.
“La tecnología Infinite Loop™ emplea un proceso catalítico a baja temperatura para romper los enlaces que mantienen unidos a esos dos elementos petroquímicos: separamos el DMT (un sólido blanco) del MEG (un líquido) y los devolvemos a su forma más pura empleando columnas de destilación. Esto nos devuelve a la calidad virgen basada en el petróleo del DMT y el MEG, y de esta forma podemos recombinarlos para fabricar cualquier producto terminado, ya sea en forma de aplicaciones de fibra o de envases”.
Otro de los retos que menciona Solomita en la cadena de suministro es que la recogida de material posconsumo “aún no está tan desarrollada como nos gustaría”.
Para él, los retos en torno a la cadena de valor textil posconsumo están claros: residen en conseguir que los consumidores depositen las prendas usadas en contenedores de reciclaje, y después clasificarlas para poder procesarlas correctamente.
Singer plantea preguntas colectivas: “¿Cómo podemos recuperar ese material? ¿Y cómo enseñamos a los consumidores a reciclarlo en lugar de tirarlo a la basura?”.
“A lo mejor necesitamos emplear incentivos en tienda mediante la red de distribución para conseguir que la gente devuelva los textiles”, señala. “Como sector, también deberíamos emplear menos materiales en la fabricación, yo considero que debemos tener en cuenta ambos factores para que se produzca ese cambio: ser conscientes de que los residuos siguen teniendo valor puede ser una poderosa herramienta”.
Ahora mismo, Loop Industries está estudiando los residuos posindustriales (retales) como fuente alternativa de PET para el reciclaje de fibra a fibra. “Pagamos a los talleres de costura por ellos, los incentivamos para recogerlos en lugar de incinerarlos o llevarlos al vertedero”, afirma Solomita. “Es apasionante ser capaz de crear circularidad en torno a este tipo de material, sobre todo en países que son el epicentro de la cadena de suministro como India, Vietnam y Bangladés. Esperamos que la cadena posconsumo también siga evolucionando en esa misma dirección”.
Müller habla de ahondar en estas soluciones: “Si nos fijamos en toda la cadena de suministro, ¿hay algún problema concreto que sea más urgente solucionar para intensificar estos esfuerzos?”.
“Creo que pocos consumidores son conscientes de la relación que existe entre el poliéster, las botellas de agua y el petróleo [en lo que respecta al tema del reciclaje]", responde Solomita, “sería interesante que empezaran a verla y a exigir materiales y procesos más sostenibles. Esa es nuestra esperanza: incentivaría la circularidad y nos beneficiaría a todos”.
“En On nos preguntamos cómo podemos acelerar ese proceso y qué podemos hacer como marca para explicarlo”, señala Müller.
La respuesta está intrínsecamente relacionada con informar a los consumidores, crear una infraestructura mundial para el reciclaje de fibra a fibra y ofrecer incentivos para reutilizar recursos o reducir su uso en toda la cadena de suministro.
“Necesitamos normativa gubernamental para garantizar que las empresas de gestión de residuos eviten que los materiales acaben en vertederos e incineradoras”, comenta Solomita. “Además, necesitamos seguir desarrollando las tecnologías de reciclaje”.
Las zapatillas Cloudneo, Cloudrise y Cloudeasy Cyclon son una prueba fehaciente del impacto que puede tener la colaboración entre empresas del sector, y sientan un precedente al demostrar las posibilidades que ofrece este esfuerzo.
Pero todo cambio lleva aparejados ciertos retos: todos los sectores (en todos los niveles de la cadena de suministro) deben trabajar juntos. En On estamos empezando a aprovechar este cambio a largo plazo para crear un futuro más circular: colectivamente, aún nos queda muchísimo por hacer.
Lee el informe sobre nuestro impacto de 2023. Loop Industries, fundada en 2015 y con sede en Norteamérica, ha desarrollado una innovadora tecnología de reciclaje de fibra a fibra. Además, pretende implementar su tecnología Infinite Loop™ en todo el mundo para ofrecer a las marcas de fibras y envases una solución sostenible que les ayude a cumplir sus objetivos de circularidad.