

El estadounidense de origen etíope cambia la cantidad por la calidad antes de sus primeros Trials para formar parte del equipo olímpico de Estados Unidos.
Texto de Sheridan Wilbur. Fotografía de Yohannes Mehari.
Teshome Mekonen entiende que el cambio y la incertidumbre son una parte inevitable del progreso, y no algo de lo que huir a toda prisa. En los últimos años, este maratoniano de élite nacido en Etiopía ha obtenido la nacionalidad estadounidense y ha cambiado de ciudad, de patrocinador y de entrenador.
Cuando lo entrevisté, el atleta de 28 años acababa de unirse a On y estaba preparándose para hacer su debut en las pruebas clasificatorias para los Juegos Olímpicos de 2024, que tuvieron lugar el 3 de febrero en Orlando (Florida). Tras su éxito en el maratón de Berlín en octubre de 2023 —donde logró un crono de 2:10:16 y durante 32 km mantuvo un ritmo que le habría permitido rebajarlo hasta 2:04—, actualmente ocupa la decimotercera posición en el ranking. El cálido y húmedo clima de Florida será el gran desafío para Mekonen durante la prueba de 42,2 km, pero teniendo en cuenta que su crono de medio maratón es el más rápido de la lista de participantes, su potencial es innegable. Si tiene un buen día y compite estratégicamente para clasificarse, tiene probabilidades no solo de entrar en el equipo olímpico de Estados Unidos, sino también de ganar la carrera.
Aparte de esforzarse al máximo, su planteamiento post-Berlín implica menos volumen y más calidad, además de menos soledad y más compañerismo. Mekonen ha cambiado los aspectos necesarios de su entrenamiento para llegar a la línea de salida como el atleta con menos papeletas de ganar, pero dispuesto a ir a por todas. Esta es tu oportunidad de conocer al maratoniano estadounidense más rápido del que aún no has oído hablar.
Me gustaría que nos contaras cómo es entrenar en ambientes tan diversos. Viviste en la ciudad de Nueva York, después en Colorado Springs (Colorado) y ahora en Adís Abeba (Etiopía). ¿Cuáles son las diferencias de entrenar en estos sitios?
Mekonen: Entrenar en Nueva York me costaba mucho por la poca altitud que tiene. El clima es bastante húmedo y no tuve buenos resultados. Después me fui a Colorado Springs, pero tampoco fue fácil. No tenía a mi lado ni un buen equipo ni un entrenador. Otro problema era la altitud, también inferior a la de Etiopía. Y, por último, estaba la comida. En Etiopía, es ecológica y me gusta mucho más. Además, [en Etiopía] tengo a mi entrenador conmigo, y para mí eso es fundamental. Después de una sesión o un programa de entrenamiento, me da feedback en el acto y me dice si mi organismo necesita esto o lo otro, en qué estado está mi cuerpo en ese momento y si me hace falta ir al gimnasio. Por todo eso volví a Etiopía.
Teniendo en cuenta los problemas con las guerras civiles en Etiopía, ¿qué sensaciones tienes ahora que estás entrenando allí? ¿Es la situación menos peligrosa que en años anteriores? [El 2 de noviembre de 2022, el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) y el Gobierno etíope firmaron un acuerdo de paz para poner fin a un conflicto de dos años que se llevó por delante la vida de miles de personas y forzó a muchas otras a desplazarse].
Mekonen: Buena pregunta. Aunque la situación ha mejorado, sigo teniendo cuidado cuando vuelvo. Se me olvida que antes no había un solo lugar seguro. Cuando estoy en Estado Unidos, no es fácil acceder a la información. [El Gobierno etíope bloqueó el acceso a las comunicaciones, los bancos y la electricidad en la región de Tigray, lo que hizo prácticamente imposible comunicarse con el exterior.] No es 100% seguro, pero es mejor que antes. Me limito a salir a correr y a volver a casa sin entrar en ciertas áreas.
¿Te ha ayudado el clima de Adís Abeba a prepararte para las condiciones de Orlando [las pruebas clasificatorias para los Juegos Olímpicos de 2024 se celebran en esta ciudad de Florida]?
Mekonen: Sí que me ha ayudado. Mi entrenador entiende que la competición es en Orlando, donde la altitud es inferior y el clima más cálido, y me da buenos consejos. Hemos tratado de recrear las condiciones del día de la carrera para hacer pruebas cronometradas.
¿Qué nos puedes contar de la relación con tu esposa, Feven Alem, y de cómo se entrelaza vuestra relación personal y profesional? ¿Cómo contribuye a tu éxito esa interconexión?
Mekonen: Mi esposa, que también es mi representante, es muy comprensiva y muy lista. Trabaja en la industria [del running], así que entiende lo que supone ser atleta profesional. Cada vez que me enfrento a una dificultad, me dice: “No enseñes las cartas, esfuérzate y nunca te rindas”. Le hacemos frente juntos. Nos apoyamos para encontrar la mejor forma de superarlo. Ha habido muchos escollos y no siempre es fácil, pero hemos llegado para quedarnos. Además de ser una esposa estupenda, siempre me da los consejos más acertados, así que todo fluye de manera natural.
En el Maratón de Berlín de 2023, hiciste un crono de 2:10:16 (y durante la mayor parte de la carrera, mantuviste un ritmo que te habría permitido rebajarlo hasta 2:04). ¿Has hecho algún cambio en tu estrategia? ¿Cómo han sido tus entrenamientos desde entonces?
Mekonen: En Berlín, llegué a la línea de salida muy confiado porque había trabajado muy duro. Pero, en la carrera, me di cuenta de que había entrenado demasiado en Colorado Springs.
Tuve que entrenar solo y me pasé tanto con el volumen como con la velocidad. Me pasé con todo. Y lo acabé pagando. Creí que no me costaría mantener un tiempo de 2:05 o 2:04, iba demasiado seguro de mí mismo. Mi actitud era: “He entrenado duro, así que el resultado será bueno. Conseguiré hacerlo en 2:05”.
Tampoco tuve un pacer durante la carrera. Si hubiera tenido más claro a qué ritmo tenía que ir, habría sabido que puedo correr la primera mitad en 1:03 y la segunda en 1:05, aunque aun así el resultado habría sido 2:08. Otro factor fue que, pasado el kilómetro 20, no bebí nada hasta el final. Pasé por alto las bebidas en un par de avituallamientos, no se me ocurrió tomar el agua que estaban dando los voluntarios. Quizás eso afectó mi rendimiento.
Aprendí mucho en Berlín. Me sirvió para ir a los Trials de Estados Unidos sabiendo más y con una actitud más acertada. Antes, no tenía a nadie con quien prepararme, mientras que ahora, en Adís Abeba, entreno con un grupo. Ya no tengo que correr 30 o 40 km yo solo. Alternamos quién lidera al grupo para marcar el ritmo. En resumen, estoy trabajando mucho, pero no siento el peso de tener que seguir un ritmo yo solo. Mi cuerpo tiene tiempo de recuperarse y el esfuerzo es colectivo. Es exactamente lo que necesito.
¿Qué tuviste en cuenta y qué era importante para ti a la hora de firmar un contrato con un nuevo patrocinador?
Mekonen: Más allá de ser el atleta que la representa, quería conectar con la marca. Aquí [en On] me dan mucha libertad. Hay un trato más personal y he conectado muy bien con Kevin Quadrozzi [Head of Global Athlete Strategy & Partnerships - Performance Running de On]. Me pregunta por mis objetivos y si estoy contento con las zapatillas. Me gusta poder comunicarme con él y que me dé feedback. Aparte de los productos, que me parecen estupendos, creo en la visión de On.
Tu tiempo de maratón te ha colocado en la decimotercera posición en la lista de atletas que competirán en los Trials, pero tienes el crono más rápido en medio maratón. ¿Qué sensaciones tienes ante tu primer maratón para estas pruebas del equipo olímpico?
Mekonen: Sé que hay estadounidenses que han hecho mejores tiempos que yo, pero he estado trabajando en los aspectos que me llevaron al 2:10. Aquel maratón lo corrí sobreentrenado. Siempre me gusta esforzarme al máximo pero, además, ahora tengo un buen entrenador y un buen equipo. Mi alimentación es más adecuada y me encuentro en una mejor situación en general, así que no estoy preocupado. Conozco mi cuerpo y mi ética de trabajo, y estoy preparado para correr más rápido. Confío en que lo voy a hacer genial en las pruebas y en que la carrera irá bien. Yo tengo claro que voy a representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos.
¿Qué significaría para ti clasificarte este año para París como ciudadano americano?
Mekonen: Aunque nací en Etiopía, representar a Estados Unidos me haría muy feliz porque he hecho una vida allí y es donde he formado una familia. Ese país me ha regalado la libertad que necesitaba para ser yo mismo y convertirme en la persona que soy ahora. Pero mi objetivo no se limita a representar a Estados Unidos; quiero ganar una medalla.