Este jugador marroquí lo tiene todo para convertirse en una auténtica potencia del tenis júnior. Su aventura comenzó cuando tenía solo tres años y vio jugar a su padre por primera vez. Desde entonces, su pasión por este deporte no lo ha abandonado. Su poderoso revés a dos manos lo propulsó a la cima en el circuito ITF e, incluso, hizo su debut en el ATP tour ganando un partido en un torneo local ATP 250.