

Un nuevo tipo de encuentro une a clubs de running y olímpicos y, de paso, revoluciona el concepto tradicional de los eventos de running.
Texto de Robert Birnbaum. Fotografía de Theo McInnes y Sofieke van Bilsen.
Viena es una ciudad en la que románticas obras maestras de la arquitectura y amplios espacios verdes conviven con un ecléctico panorama artístico y cultural: así pues, no es de extrañar que esta capital europea sea votada la ciudad más habitable del mundo año tras año. Pero es que, además, las zonas para correr más frecuentadas están llenas de corredores que hacen gala de un ritmo más relajado. La comunidad de runners vienesa se está haciendo notar, sobre todo en los últimos años.
El vienés Sebastian Frey, corredor del OAC Europe, es un gran fan: "Imagínate una combinación de algunas de las ciudades más de moda (Londres, París, Milán), pero con un puntito adicional: eso es Viena. Nuestra calidad de vida está infravalorada", afirma Sebastian con una sonrisa. Pese a tener una población de casi dos millones de personas, muchos hablan de esta ciudad junto al Danubio como si de un pueblo grande se tratara.
"Aquí nos conocemos todos. Cuando sales a correr por un parque, siempre te cruzas con la misma gente, así que acabas por presentarte e iniciar una conversación. Pronto te haces amigo de gente que de otra manera no habrías conocido: correr en Viena conecta a las personas".
Uno de estos amigos es Christoph Sander, cuyo padre fue entrenador de Sebastian en su juventud (como decíamos, Viena no deja de ser un pueblo en el fondo). Este semiprofesional retirado aún recuerda una Viena en la que, pese a estar firmemente arraigados en la comunidad, los runners carecían de una propia.
"Cuando me retiré como semiprofesional en 2018, solo había unos pocos [eventos comunitarios]. Los únicos espacios de encuentro fijos eran los grandes eventos de running: el maratón de Viena, la carrera femenina, la nocturna y pocos más. Los corredores de pista o de asfalto no salían de sus equipos locales. Los típicos clubs de running, como el Vienna Running Collective, no han surgido hasta hace relativamente poco, y esto abre la puerta a nuevos corredores porque siempre aceptan nuevos miembros y consiguen que se apasionen por correr".
Los clubs de atletismo y de running coexistían, pero carecían de espacios comunes en los que poder estrechar vínculos con el grueso de la comunidad. Mientras que los atletas disfrutaban de acceso a pistas de atletismo, entrenamiento profesional y competiciones oficiales, los corredores aficionados de los clubs disponían de flexibilidad total, pero sin estar federados. ¿Lo mejor de ambos mundos? Entonces, Christoph Sander vio la oportunidad de acercar estos dos universos.
"Tengo una amplia experiencia en materia de organización de eventos, así que pensé en crear un encuentro para acercar a los corredores aficionados al mundo del atletismo profesional". Christoph recuerda la pregunta clave que se hizo nada más empezar el proyecto: "¿Qué puedo darle a la gente para acercarla al mundo del atletismo?"
"Entonces tuve una revelación: el reclamo de muchos maratones es la oportunidad de correr con las estrellas. Así pues, bastaba con ofrecer 1000 y 5000 m en pista con el mismo plantel que en las competiciones de élite. Cualquiera puede participar. Ficho a pacers bastante conocidos (olímpicos de Austria y miembros populares de la comunidad) para acompañar a la gente en los 1000 o los 5000 m más rápidos de su vida en la pista".
Y así es como nació la Track Night Vienna.
"Quiero demostrar que el atletismo no es un deporte elitista: todos tienen cabida. Hay finalistas olímpicos y, al mismo tiempo, corredores aficionados que se hacen 1000 m en tres minutos".
Además de crear comunidad, la Track Night Vienna tiene otro objetivo. Y es que los años de experiencia en competiciones de Christoph le han enseñado que hay mucho margen de mejora en los eventos de running.
"He corrido en encuentros de este tipo en todos los continentes, pero incluso cuando batía mi marca personal, faltaba ambiente. Las carreras en pista suelen limitarse a seguir el procedimiento, y los corredores lo notan: saben que ellos no son los protagonistas".
Las sugerencias de mejora de Christoph: más espectadores junto a la pista, un programa de animación espectacular y música que realmente motive a los atletas mientras corren. Ve un gran potencial en el futuro de este deporte, sobre todo antes, después y entre las carreras: "Creo que se consigue involucrar a hasta diez veces más gente en este tipo de eventos cuando hay buena comida, bebida fría y un buen ambiente, cuando el atletismo casi es lo de menos".
Christoph señala que el concepto tradicional debe adaptarse a una nueva era: "Vivimos en un mundo con una capacidad de atención muy limitada, así que hay que ofrecer algo distinto: ver tres vueltas de la carrera aquí, hacerse un tatuaje allí y marcarse un sprint de 20 m, por ejemplo. En la Track Night Vienna hay buena música, buen ambiente y todo lo que esperarías encontrar en un festival, solo que combinado con deporte de primer nivel y contando con la comunidad de runners”.
¿Qué opinan los runners vieneses de la Track Night Vienna?
"Poder hacer un tiempo decente sobre la pista es algo muy popular, sobre todo entre los corredores aficionados, que siempre han pensado que no eran bienvenidos. Pero sí que lo son, cómo no: incluimos una competición a su ritmo para que cualquiera pueda participar".
Sebastian Frey es un veterano de la famosa Track Night Vienna: participó en la competición cuando Christoph Sander y su equipo organizaron el evento en el estadio LAZ por primera vez. Con el paso de los años, ha presenciado cómo este pequeño encuentro se ha convertido en un esperadísimo evento internacional.
"No me he perdido ni una sola edición, y cada año es más grande, más rápida y más profesional. Al principio, ni nos imaginábamos en lo que se convertiría; nadie en el club pensaba que fuera a crecer como lo ha hecho".
"No se trata únicamente de plantarse en la línea de salida, correr y volverse a casa: entre medias pasan muchas cosas. La gente dice que el ambiente es increíble en todos los encuentros, pero ninguno como el de la Track Night Vienna: la música, el ambiente y la gente te van llevando a cada vuelta. Es increíble, nunca he vivido nada igual”.
"No es fácil expresarlo con palabras, hay que vivirlo en primera persona: una vez que lo hayas visto, querrás repetir cada año".
La Track Night Vienna vuelve al estadio Prater de Viena el 22 de junio. Inscríbete ya y prepárate para batir tu marca personal y disfrutar de un espectáculo nunca visto.