

771 millones de personas siguen sin tener acceso a agua potable. Nuestro socio, charity: water, está abordando esta crisis global con un enfoque local.
Los datos son escalofriantes: una de cada 10 personas en el mundo sigue sin tener acceso a agua potable limpia. La mayoría de los afectados por esta escasez viven en zonas rurales de países en desarrollo. Muchas de estas zonas carecen de saneamiento básico, lo que convierte el agua disponible en una fuente de enfermedades. Cada día, millones de personas, predominantemente mujeres y niños, pasan horas viajando a las fuentes de agua, esperando a recogerla para luego regresar. Y así una y otra vez. Esto les impide obtener ingresos o recibir una educación, creando un ciclo de pobreza y desigualdad.
El reto es enorme, pero la solución parece estar clara. En el momento en que a una comunidad se le facilita el acceso al agua potable, la salud y la calidad de vida pueden mejorar. Por eso, la organización sin ánimo de lucro charity: water tiene como misión ayudar a llevar agua limpia y segura a todos los habitantes del planeta. Pero proporcionar la solución hídrica adecuada para cada comunidad requiere un enfoque minucioso.
"No hay dos comunidades iguales, y tampoco lo son sus soluciones para el agua", explica Makena Cunningham, de charity: water. “Por eso, antes de proponer la solución adecuada, es importante tener en cuenta factores como la geografía, la disponibilidad de agua y la cultura ".
Uno de los países donde se conocen mejor las consecuencias de la crisis del agua, y donde charity: water es más activa, es Camboya.
Según charity: water, casi el 80% de su población vive en zonas rurales, en las que el 35% de los habitantes carecen de acceso al agua y el 39% no disponen de instalaciones de saneamiento. En muchas comunidades, los estanques abiertos y los ríos son la única fuente de agua accesible, agua infectada por desechos humanos y contaminación microbiana. Para empeorar las cosas, cuando los pocos pozos disponibles se rompen, las comunidades tienen que recurrir a sacar agua de esas fuentes contaminadas.
En estas circunstancias, una de las mejores soluciones es una de las más sencillas: un filtro Bioarena (BSF por sus siglas en inglés).
"Los filtros biológicos BSF eliminan el 99% de las bacterias del agua sucia. Es una solución sencilla y económica que limpia el agua rápidamente filtrando la suciedad a través de una película biológica, arena gruesa, arena fina y grava", explica Makena.
"Nuestro socio local en Camboya, Clear Cambodia, gestiona el mayor programa de filtros Bioarena del mundo, y lleva implantando BSF en los hogares de este país desde 1999\. Además de instalar cerca de unos 22 000 BSF al año en casas, también lo hace en escuelas y clínicas con filtros de mayor tamaño”.
Para destacar el impacto de esta solución, Makena nos habló de Khloeum, una de las personas que recibieron un sistema BSF doméstico, y de su familia.
"Khloeum contó a nuestros socios de Clear Cambodia que su familia solía beber de un pozo sin protección que les causaba enfermedades, hasta el punto de que sus hijos a menudo faltaban a la escuela y Khloeum y su marido tenían dificultades para mantener el huerto, su principal fuente de ingresos".
"Cuando optaron por el programa de filtros Bioarena de Clear Camboya, recuperaron la salud y la energía para trabajar y estudiar. Ahora la familia ahorra dinero todos los meses, que Khloeum espera utilizar para abrir una tienda de comestibles y enviar a su hijo mayor a la universidad”.
Para ayudar a acelerar el acceso al agua potable, cuyos beneficios pueden cambiar vidas, On lanzó el reto del agua limpia en Strava. Tuvo lugar a finales de marzo, coincidiendo con el lanzamiento de las nuevas Cloudsurfer, teñidas mediante la técnica Dope Dye que utiliza un 90% menos de agua que los métodos habituales. Junto con charity: water, pedimos a runners de todo el mundo que corrieran en apoyo de la labor de nuestro socio en Camboya. Por cada kilómetro registrado a través de Strava, On donó el equivalente a 10 litros de agua a charity: water (o más concretamente, a los sistemas de infraestructura para suministrarla). En menos de dos semanas, la comunidad On hizo un esfuerzo increíble para alcanzar el objetivo de 10 millones de kilómetros, que representan más de 100 millones de litros de agua limpia. Pero esto fue antes de que decidiéramos aumentar la cifra a 110 millones.
Para conseguirlo, se van a instalar cuatro sistemas de agua y saneamiento en escuelas rurales camboyanas. Los alumnos también recibirán formación sobre hábitos de higiene y saneamiento, unos conocimientos que favorecerán su salud durante toda la vida. Además, se instalarán 10 filtros BSF en las comunidades afectadas, que proporcionarán agua potable a razón de 60 litros por hora. Esta infraestructura garantizará un suministro duradero de agua potable limpia y una vida más sana a unas 4320 personas.
Si quieres ir un paso más allá, hay innumerables formas de ahorrar agua en nuestra vida cotidiana. Reducir nuestro consumo no solo es beneficioso para nuestros ecosistemas locales, también ahorra energía al moderar el uso de recursos en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Aquí tienes algunas formas de aportar tu granito de arena:
Cierra el grifo y dúchate en vez de bañarte
A veces, simplemente no necesitamos tener el agua corriendo. La cantidad de agua que puedes ahorrar solo cerrando el grifo merece la pena. Considera también la posibilidad de cambiar el bañarte por una ducha rápida para reducir el consumo. Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, un baño puede requerir casi el triple de agua que una ducha, siempre y cuando no pases en ella el tiempo necesario para cantar todo tu repertorio.
Cuida tu dieta
Hay ciertos alimentos de los que no queremos prescindir ni un solo día. Sin embargo, optar por productos locales y de temporada garantiza un uso eficiente del agua. También reduce las emisiones de CO₂, ya que los trayectos de transporte son mucho más cortos. Los productos lácteos y cárnicos consumen una gran cantidad de agua. Prueba a consumir menos o pásate por completo a una dieta vegetariana o vegana.
Opta por productos que ahorren agua
Los artículos de uso cotidiano, como el calzado, ofrecen una gran oportunidad para ahorrar agua, por ejemplo durante el proceso de teñido. Existe una serie de alternativas, como elegir zapatos y ropa con materiales sin teñir, que omiten por completo esta fase.
Si quieres añadir un toque de color a tu atuendo con un menor consumo de agua, los zapatos teñidos mediante la técnica Dope Dye consiguen este objetivo.
"Con la técnica de teñido Dope Dye, los pigmentos de color se inyectan durante el proceso de hilado", explica Eva-Maria Beer, Color & Material Design Lead en On.
"Los pigmentos quedan atrapados en el interior del hilo antes de que se convierta en tejido acabado y, con ello, le dan el tono deseado. Esto reduce drásticamente el consumo de agua durante el proceso de coloración, que es la fase que más agua requiere en la producción de calzado, por lo que supone la mejor manera de reducir su consumo”.
Las nuevas Cloudsurfer son nuestras primeras zapatillas teñidas usando la técnica Dope Dye, pero no serán las últimas. Con cada par, el proceso de tintado ahorra 2,61 litros de agua. Esto representa una reducción del 90% en comparación con las técnicas de teñido estándar.
Para saber más sobre la crisis mundial del agua y la labor de charity: water, visita charitywater.org.
Las Cloudsurfer son un excelente ejemplo de nuestro objetivo: crear productos de alto rendimiento con el menor impacto medioambiental posible. Suponen un avance clave en nuestro empeño por reducir nuestra huella ecológica. Pero esto es solo el principio. Puedes leer más sobre nuestras iniciativas de sostenibilidad y cómo nos esforzamos por construir un futuro mejor.