Ir al contenido principal

On App

Ropa y Calzado Tecnico Suizo

Robert Farken: cuando una buena imagen ayuda a sentirse bien

La estrella alemana habla de entrenamientos cruzados, de cómo salir reforzado tras un parón y de por qué unos clavos limpios y un pelo perfecto son importantes en las carreras.

Texto de Robert Birnbaum. Fotografía de Torben Flatemersch, Hanniel Hu y Lea Kurth.

De algún modo, Robert Farken se las apaña para disfrutar de las cosas que más le apasionan sin perder de vista ninguna de sus metas deportivas. Tanto si se trata de un apasionante descenso durante una dura carrera ciclista de gravel de 800 km o de acabar una carrera de 1500 m, el atleta de On, natural de Leipzig, combina un alto rendimiento en la pista con una confianza innata en sí mismo y un marcado estilo personal. 

Para Farken, el deporte siempre ha sido una forma de expresarse, y recuerda perfectamente cómo encontró su voz cuando era adolescente: "Lo típico para los chicos era empezar por jugar al fútbol. En mi familia todos jugaban al balonmano: éramos una familia de atletas, así que llevo toda la vida participando en deportes de competición".

Al acabar la escuela primaria, pasó a estudiar en un instituto especializado en deportes en el que tuvo ocasión de perseguir su ambición futbolística y crecer como atleta. Pero cuando llegó el momento de centrarse en una de estas disciplinas, siguió su talento natural en la pista. 

"Me desarrollé bastante tarde, así que la fuerza y la velocidad no eran mi tarjeta de presentación por aquel entonces. Al final, acabé decantándome por el atletismo: sabía que podía conseguir más en las disciplinas de resistencia, era ahí donde residía mi talento”.

A juzgar por su participación en los Juegos de 2021 y por los títulos obtenidos en los campeonatos de Alemania en 800 y 1500 m, parece que su decisión resultó ser la adecuada. Al principio se especializó en 800 m, pero logró su pase a Tokio gracias a los 1500 m. Ahora que tiene 26 años, Farken adapta su entrenamiento a esta disciplina.

“Sabía que podía conseguir más en las disciplinas de resistencia, era ahí donde residía mi talento”.

"Hace ocho años, no había tanta diferencia entre entrenar para 800 o para 1500 m (de hecho solíamos entrenar para ambos al mismo tiempo), pero las cosas han cambiado mucho desde entonces. Para 1500 m se requiere mucho más entrenamiento aeróbico y de resistencia que para los 5000 m, y también hay que entrenar mucha más distancia. En cambio, para los 800 m es totalmente diferente: las competiciones son increíblemente rápidas y bastante frenéticas. Como tengo controlado el ritmo por los 800 m, los 1500 m me resultan más cómodos: ahí tienes algo más de tiempo. Obviamente también sufres durante más tiempo, pero es una carrera menos frenética".

Como atleta profesional, el día a día de Farken gira en torno a los entrenamientos. Al igual que ocurre en cualquier otro trabajo, es complicado estar siempre igual de motivado, pero señala que la pasión por el deporte no lo es todo: para él, la disciplina es más importante que la motivación. En lo que respecta al trabajo diario, se muestra muy sincero (lo cual es de agradecer). Como el resto de los mortales, a veces activa el piloto automático, pero nunca pierde de vista el objetivo final.

"Si te soy sincero, es raro que me apetezca pegarme una carrera larga, nunca pienso: 'Qué maravilla correr seis kilómetros de ida y otros seis de vuelta'. Pero es lo que hay, no queda otra. Por eso me hice profesional: entiendo que forma parte de un panorama más amplio y siempre busco obtener el mejor resultado posible. Me entusiasma ver hasta dónde puedo llegar y lo que puedo conseguir".

"Está claro que siempre hay que entrenar con la mejor actitud posible, tanto si se trata de una carrera larga que no me apetece nada como si hablamos de tempo run que me motiva muchísimo: la actitud que adopto a la hora de entrenar no cambia. A veces hay que apechugar y completar las sesiones de entrenamiento según lo planeado".

"Está claro que siempre hay que entrenar con la mejor actitud posible, tanto si se trata de una carrera larga que no me apetece nada como si hablamos de tempo run que me motiva muchísimo: la actitud que adopto a la hora de entrenar no cambia”.

Hasta los cuerpos de atletas profesionales como Farken pueden llegar a sufrir con la alta carga de unos entrenamientos de running intensos. Pero lejos de permitir que los parones provocados por las lesiones lo hundan, se los toma como una oportunidad para seguir creciendo.

"Siempre que he tenido algún revés, me he dado cuenta de que lo más importante es aceptar la situación, encontrar la manera de no machacarse mucho y esforzarse por salir reforzado. Yo trato de aprovechar la oportunidad para retocar la nutrición o el entrenamiento de estabilidad, esas cosas a las que puedes dedicar más tiempo cuando estás lesionado".

Puede que una carrera ciclista off-road en España, con una distancia de 800 km y 16 000 metros de altitud, no sea lo primero que te venga a la mente, pero Farken ya llevaba un tiempo con la mirada puesta en la famosa Badlands Race, que recorre la parte más oriental de Andalucía. Cuando una lesión le obligó a terminar abruptamente la temporada outdoor en 2023, decidió probar suerte en esta carrera. Junto con un grupo de amigos, agarró la bici y decidió documentar su experiencia en un corto. Hasta los ciclistas más experimentados llegan al límite en el desierto. Farken también habla de una experiencia singular, una que le costó tres días y 22 horas de perseverancia.

"Mi objetivo era acabar la carrera pasara lo que pasara, pero la cosa salió peor de lo esperado: sufrí una intoxicación alimentaria, pero me visualicé alcanzando la meta que me había marcado. Me demostré que podía lograrlo y por eso estoy satisfecho con el resultado: el tiempo es lo de menos".

Cumplió su objetivo, sí, pero este apasionado del ciclismo admite que no ha vuelto a tocar la bici de gravel desde aquella experiencia. En lugar de eso, ahora planea por el asfalto con su bici de carretera en los alrededores de su ciudad, Leipzig, o explora las pistas sobre St. Moritz con su mountain bike. El ciclismo desempeña un papel importante en el día a día de Farken, pero también en su entrenamiento.

"Por una parte, mi cuerpo no aguanta tantos kilómetros corriendo, pero es que además me encanta la bici, así que la uso para entrenar. Es una situación doblemente beneficiosa: disfruto muchísimo y encima puedo usarla en mis entrenamientos, sobre todo durante la primera fase de mi plan. Estoy encantado de no tener que correr tanto y de poder usar tanto la bici, me ayuda a despejarme. Pero cuando solo puedo dedicarme a eso, la verdad es que echo mucho de menos correr".

“Sufrí una intoxicación alimentaria, pero me visualicé alcanzando la meta que me había marcado”.

Cuando no está ni sobre el sillín ni en la pista, es fácil encontrarlo allá donde haya buen café. En sus días libres, cambia las zapatillas de clavos y las de correr por unos looks que se convierten en una extensión de su carácter. 

"Para mí, encontrar mi estilo personal iba de la mano con encontrarme a mí mismo, y esto pasa por cometer algunos errores", admite jocoso. "Al igual que el carácter, los gustos en cuanto a la moda son algo muy personal. Yo quiero estar en paz conmigo mismo en lo que respecta a mis acciones, mis palabras y los valores que defiendo, y lo mismo puede decirse de mi aspecto: mi estilo nace de un deseo de sentirme bien en mi propia piel".

Entre sus referentes de estilo, Farken menciona al futbolista Héctor Bellerín, el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton y el estilista Marco Halbinger. La inspiración estética que obtiene en sus viajes suele quedar especialmente patente el día de la carrera.

"Creo que sentirse bien está directamente relacionado con la confianza en uno mismo, y pocas cosas son tan importantes a la hora de competir. Los clavos tienen que estar limpios, y mi pelo tiene que estar perfecto. La equipación de On es la misma para todos los corredores, así que esos días, el toque personal se consigue con tatuajes o con joyas, que también me gustan un montón", explica Farken. “Por lo general, mi estilo es una pequeña ventana a mi carácter”. 

A Farken le gusta marcar estilo, pero hay algo que siempre se toma muy en serio: maximizar sus posibilidades el día de la carrera. Si bien su compromiso con las carreras largas, las sesiones de tempo o los descensos de trail contribuyen a su éxito, lo que de verdad hace que destaque es su forma tan única como creativa de abordar la vida como atleta profesional.