La vida de un atleta del OAC Europe, con Sebastian Frey
El especialista austriaco en 10 000 metros revela cómo es la vida en el equipo y cómo le ayudó a llegar más lejos en la pista.
Texto de Robert Birnbaum. Fotografía de Janosch Abel y Lea Kurth.
Zúrich, Suiza, principios del verano de 2022. Una bandada de periodistas se agolpa en el estadio Letzigrund. Seis atletas realizan un calentamiento rutinario en la pista y las cámaras siguen cada una de sus zancadas. Lo que parecía una mera sesión de entrenamiento era el comienzo de algo mucho más grande: el lanzamiento del OAC Europe (sigla de On Athletics Club Europe). Un año después, el equipo dirigido por el exseleccionador nacional alemán Thomas Dreissigacker cuenta con diez prometedores atletas.
Uno de ellos es Sebastian Frey, un mediofondista austriaco con gran potencial. Aunque no tenía claro si unirse al OAC Europe sería la decisión correcta para su desarrollo profesional, el joven de 21 años finalmente se animó. Y lo hizo después de llamar la atención de la comunidad atlética por sus sensacionales números en la pista, incluida una marca de 13:39.86 en los 5000 metros.
"Cuando me pidieron que me uniera al equipo, al principio no estaba seguro —admite Sebastian—. Tuve un periodo de prueba de dos semanas para ver cómo era la vida de los atletas del OAC. Inmediatamente me sentí como en casa y nunca me he arrepentido. Por aquel entonces, aún estaba estudiando en la universidad. Si no me hubiera unido al equipo, no sería el corredor que soy ahora. Lo que hago aquí es el sueño de casi todos los atletas jóvenes: es una gran oportunidad para llevar mi forma de correr a nuevos niveles".
El On Athletics Club no es un club de atletismo cualquiera. Reúne a algunos de los mejores atletas del mundo en un mismo lugar, de día y de noche, creando un espíritu único que les apoya y motiva para soñar a lo grande.
"Normalmente, solo ves a tus compañeros de equipo durante los entrenamientos y las competiciones. Tal vez intercambias uno o dos mensajes de texto, y ya. Pero aquí estamos juntos todo el día, todos los días. Esto refuerza nuestros lazos y nuestro deseo común de ser los mejores”.
"Entrenar con los mejores es algo que no se consigue en ningún otro sitio. Me beneficio de los conocimientos y la experiencia de los demás. Ver a alguien que conoces correr un tiempo que antes creías imposible rompe barreras en tu mente".
"Todos somos atletas a título individual, pero entrenamos juntos todos los días y siempre corremos las carreras largas en equipo. En el gimnasio, los entrenamientos suelen consistir en ejercicios en equipo o en parejas. Aun así, nuestro entrenador Thomas hace un trabajo fantástico centrándose en cada atleta para adaptarse a sus puntos fuertes y débiles”.
"Vivimos en una casa de tres plantas en St. Moritz (en los Alpes suizos) durante el verano. Tenemos nuestra propia habitación y compartimos el baño y la cocina con uno o dos atletas más. Nuestras rutinas encajan bien: todos queremos empezar a entrenar bien recuperados y con la mayor energía posible el día siguiente. Las dos prioridades clave para ello son comer y dormir bien. Después de nuestros entrenamientos matutinos, todos vamos a la cocina para preparar la comida y comer juntos”.
"Creo que la comida favorita del equipo es mi pizza casera. Mis compañeros me preguntan cuándo volveré a hacerla, lo cual es toda una hazaña teniendo en cuenta que soy austriaco, no italiano. Es la receta especial de mi madre”.
"Después del almuerzo, nos echamos una siesta antes de salir a tomar un café. Luego, vamos a nuestra segunda sesión del día. Es sobre todo a la hora de cenar cuando empiezan a manifestarse las diferentes culturas del equipo. Hay quien quiere comer a las 5 de la tarde, mientras que Marta —nuestra compañera española— prefiere cenar a las 9 de la noche”.
"Para horror de nuestros compañeros, Tom, Robert, Fabiane y yo a veces solo cenamos un par de rebanadas de pan con fiambre. Los demás dicen que eso no cuenta como cena. Si hay un buen partido de fútbol, nos quedamos en el salón y lo vemos juntos. Pero, normalmente, todos nos vamos a la cama bastante temprano".
Durante el invierno, el campo base del equipo se traslada de Suiza a Sudáfrica, donde pueden superar sus límites a más de 2000 metros sobre el nivel del mar, además de evitar el frío invernal. Cuando llega la temporada de competiciones, vuelven a St. Moritz, en el corazón de Europa, una base ideal desde la que viajar a las carreras de todo el continente.
"Entrenar con los mejores es algo que no se consigue en ningún otro sitio. Me beneficio de los conocimientos y la experiencia de los demás. Ver a alguien que conoces correr un tiempo que antes creías imposible rompe barreras en tu mente".
Cuando hablamos con él, Sebastian había participado recientemente en la serie de eventos On Track Nights, primero en la Night of the 10,000m PBs en Londres y, después, en la Track Night Vienna, un verdadero encuentro en casa para el corredor austriaco. Las On Track Nights no son como otros eventos en pista. Aportan la energía de un festival de música a un acontecimiento deportivo de élite y atraen tanto a los aficionados más entusiastas como a los recién llegados.
Mientras se alineaba para los 5000 metros en Viena, las masas se congregaron en los bordes del recinto y empezaron a llenar las carpas que se extendían sobre las rectas de la pista. Dentro de estas carpas: luces de neón, más altavoces y, posiblemente, el público de pista más ruidoso que Viena haya visto jamás (sin confirmar, pero si estuviste allí, sabes que es difícil negarlo).
Un grupo de 15-20 fans de Sebastian Frey se encargó de dirigir los cánticos cerca de la línea de meta. No sé cómo lo hacían, pero cada vez que pasaba volando en otra vuelta a ritmo casi de sprint, cambiaban de registro. Y rodeados de ese bullicio, los atletas parecían sacar nuevas fuerzas para seguir.
"El ambiente que viví en Londres y Viena fue realmente extraordinario. Normalmente, solo se encuentra algo así en los últimos 200 metros de las grandes carreras sobre asfalto que tienen gradas. Creo que el concepto no hará más que crecer en los próximos años. Muchos de mis amigos vinieron a animarme, y la mayoría de ellos nunca había estado en una carrera de atletismo. Estaban alucinados. No se esperaban un evento así".
El ruidoso ambiente de la prueba On Track Nights de Londres empujó a Sebastian a una nueva marca personal en la distancia de 10 000 metros. Cruzar la línea de meta en 28:27 no solo supuso una mejora de 47 segundos respecto a su mejor marca anterior, sino que también estableció un nuevo récord austriaco sub-23.
Es innegable que Sebastian ya ha dejado huella en la pista, pero parece que está lejos de alcanzar su techo. Solo tiene 21 años y no lleva más que un año en el OAC Europe.
"Como equipo, ya hemos encontrado el equilibrio, pero aún tenemos mucho por hacer. El equipo funciona a las mil maravillas y creo que dentro de uno o dos años se verá de lo que somos realmente capaces".