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Katarzyna Solinska: la ultrarunner del UTMB con grandes metas

Katarzyna Solinska, atleta del equipo On de trail y ultrarunner de élite, ha aprendido a no tomarse las cosas demasiado en serio (a pesar de que es extremadamente buena en las carreras de montaña).

Texto de Micah Ling. Fotografía de Mountain Legacy.

El famoso Ultra-Trail du Mont-Blanc (UTMB) es una carrera por la cima más alta de los Alpes que abarca más de 161 km (100 millas) en total. Se trata de un espectáculo internacional en el que se exhiben los mejores runners de montaña del mundo. En 2023, Katarzyna Solinska, atleta On y ultrarunner polaca de 33 años, estuvo a la altura de la ocasión y se alzó con el sexto puesto en la carrera femenina.

A pesar de que prepararse para conseguir resultados tan excepcionales como este le ocupa bastante tiempo, Solinska también es entrenadora y promueve que más mujeres jóvenes se aficionen al running de montaña. Más allá de su éxito como atleta, Solinska quiere que otras personas también sientan cómo pueden empoderarse a través del entrenamiento duro y la consecución de metas, independientemente de lo ambiciosas que estas sean.

Solinska, que se unió a su primer club de running con solo 12 años, creció corriendo y competía bien. Destacaba en carreras de corta y media distancia, y siempre disfrutó superándose a sí misma. No obstante, al crecer y tener que centrarse primero en los estudios y después en su trayectoria profesional, el running se fue apartando de su vida. 

Pero pronto se dio cuenta de que no estaba hecha para una vida sedentaria detrás de un escritorio. En 2016, Solinska retomó el ritmo: primero sobre asfalto y, finalmente, por los senderos de montaña. De manera paulatina, fue añadiendo más y más kilómetros a sus entrenamientos y empezó a competir de nuevo.

En lo más alto

La primera aparición de Solinska en el UTMB fue en 2021, en la carrera CCC. Era su primer evento competitivo de 100 km (62 millas) y estaba muy nerviosa. Con perspectiva, ahora Solinska admite que no estaba preparada para la carrera; pero también que, a veces, no estar preparado forma parte del proceso de aprendizaje. No sabes lo que desconoces, hasta que lo descubres. 

“Pasé tanto tiempo en los puestos de socorro… No estaba mentalizada para competir. Estaba disfrutando del ambiente y absorbiéndolo todo, fue increíble”. Con esta primera experiencia como toma de contacto, Solinska se enamoró de las carreras de ultratrail. “Los fans, el ambiente, tener a mi familia allí…”. Y Solinska se propuso volver con un perfil más competitivo. 

… a veces, no estar preparado forma parte del proceso de aprendizaje. No sabes lo que desconoces, hasta que lo descubres.

En los entrenamientos, el preparador de Solinska, Iñaki de la Parra, y su novio, Maciek Dombrowski, le pusieron el mote de “Tamagotchi”. Igual que la mascota virtual de los 90, tenía la capacidad de programarse a sí misma para dormir, recargar las pilas y correr una y otra vez. Solinska cree que es una buena comparación.


Cuando regresó al UTMB en 2022, lo hizo a lo grande enfrentándose a la vuelta al Mont Blanc, su primera carrera de 161 km (100 millas). De nuevo, Solinska aprendió mucho. Concretamente, que ir rápido significa ir lento


“Sabía que los descensos me destrozarían los cuádriceps. Debía tener cuidado”. También aprendió bastante sobre nutrición. En su debut en los 161 km no se preocupó lo suficiente de comer de forma periódica. “Cuando todavía me quedaban 40 km, no tenía energía. Parecía un zombi, sentándome en cada piedra hasta llegar a la línea de meta”. 


Pero vayamos a la carrera de Solinska de 2023. Con la experiencia de la CCC y la carrera de Mont Blanc de 2022, estaba preparada para ver lo que verdaderamente era capaz de hacer. “El año pasado [2022] aprendimos muchas lecciones y las aplicamos en la preparación para el UTMB de este año [2023]. Tenía la sensación de que esta vez sabíamos exactamente cómo hacerlo. Conocía el recorrido y también era consciente de la importancia de la nutrición”. Solinska cuenta que también mejoró su entrenamiento psicológico. 


“Esta vez, el aspecto más importante de la preparación para el UTMB ha sido el mental. Sobre todo, no tomármelo todo tan en serio. Pasármelo bien y disfrutar de lo que hago en la carrera. Eso hizo que la experiencia fuera increíble”. 


Y entonces todo tuvo sentido. “El equipo On estaba ahí justo antes del último descenso; yo estaba destrozada, pero me animaban y coreaban mi nombre, y me dieron muchísima fuerza. Por eso fui capaz de correr el último descenso sin caminar. Soy una persona muy sensible, por lo que significó mucho para mí que el equipo estuviera allí, esperándome y animándome”.


Solinska reconoce que la historia fue muy diferente a la del año anterior. “Por supuesto que tuve contratiempos, pero, en general, sentí que sabía lo que tenía que hacer en cada situación. Tuve mucho cuidado con las comidas. Tomaba un gel o dos cada 30 minutos; no dejé de injerir calorías”.

“Esta vez, el aspecto más importante de la preparación para el UTMB ha sido el mental. Sobre todo, no tomármelo todo tan en serio”.

La misma Solinska de siempre

Cuando Solinska volvió a su pequeño pueblo de Polonia tras la carrera era consciente de su nueva fama. Pero mantiene que su día a día no ha cambiado. “No soy una celebridad, pero reconozco que fue algo importante para mi país y mi comunidad de running. Antes de esto, ninguna otra mujer había conseguido acabar entre las 10 primeras del UTMB; ni siquiera un hombre polaco lo había conseguido. Soy la primera en hacerlo y está muy guay tener ese reconocimiento”. 

A Solinska le gusta demostrar a los demás que trabajar con constancia y en pequeñas dosis es el camino para conseguir grandes sueños y metas. Y esa filosofía de compartir conocimiento la aplica a la hora de gestionar la empresa de entrenamiento en resistencia que tiene con su prometido \[que se llama Trail is Our Way] y que trabaja con atletas de todos los niveles para mejorar sus capacidades de ultra running y de montaña. 

Solinska quiere entrenar al mayor número de mujeres posible. “Más del 80 % de mis atletas son mujeres. Todas de edades y orígenes distintos. Algunas vuelven a correr tras haber dado a luz, otras han empezado más mayores. Me hace muy feliz tener a tantas mujeres trabajando por conseguir sus metas.

“Cuando estaba en el instituto corría en pista, pero luego me alejé del deporte durante 10 años. Nunca es demasiado tarde para volver a correr. Es muy importante para nuestro bienestar que disfrutemos del aire libre y del movimiento”. 

“Nunca es demasiado tarde para volver a correr”.

Pensamientos a futuro

Solinska tiene muchas ganas de enfrentarse al 2024. Todavía no ha finalizado su calendario, pero tiene intención de empezar en febrero con la ultra Transgrancanaria de 126 km (78 millas) en Gran Canaria, España. En septiembre planea de nuevo centrarse en el UTMB, e intentará pasar, incluso, más tiempo en Chamonix de cara a la carrera. 

En algún momento, a Solinska le encantaría tener la gran oportunidad de participar en la carrera de 161 Km más antigua del mundo, la Western States. Es una de esas cosas que tiene en su lista de deseos, pero tendrá que esperar, al menos, hasta 2025. Está tan ocupada con sus numerosos compromisos que ni siquiera sabe cuándo podrá casarse: 

“Estamos planeando la boda, pero no tengo ni idea de cuándo va a ser porque no tenemos mucho tiempo libre. Puede que después del UTMB del año que viene”. La pasión que Solinska siente por entrenar, competir y entrenar a otros es contagiosa. Está claro que para ella el running siempre es lo primero.

Descubre más sobre los ultrarunners de On del UTMB Zachary Friedley y Antoine Charvolin, así como sobre aventuras en la montaña con Kirra Balmanno.