

Shingo Arai y Keita Kobayashi, de BEAMS, revelan la sensibilidad compartida tras una colaboración inspirada por Roger Federer y las nuevas generaciones del tenis.
Texto de Jack Stanley. Fotografía de Gabriel Stokes.
Como muchas de las mejores cosas en la vida, la colaboración On × BEAMS surgió por un encuentro fortuito. Shingo Arai, comprador de BEAMS y jugador de tenis aficionado, estaba viendo a Roger Federer jugar en Tokio. Ese mismo día, sus caminos se cruzaron y Arai aprovechó la oportunidad de hablar con su ídolo y, con suerte, de inspirar a las nuevas generaciones. Federer acabó grabando un vídeo para Arai y sus hijos: “Espero que el día de mañana pueda veros en la tele jugando al tenis con los mejores”, les dijo a los niños a través de la cámara.
Años más tarde, Arai volvió a ver este vídeo cuando BEAMS empezó a trabajar en su colaboración con On. Roger Federer lleva trabajando con On desde 2019, y su breve encuentro con Arai dio lugar a un vínculo compartido con BEAMS. Después de que ese encuentro fortuito contribuyera a iniciar la colaboración, Federer aparece en la campaña y comparte un enfoque global fundamental para el diseño de la colección.
Esto es lo que otro comprador de BEAMS, Keita Kobayashi (conocido como Gonzo), dice de Federer: “La filosofía empresarial de BEAMS consiste en crear piezas básicas y apasionantes, y así es como viste Federer. Todo está conectado, todo tiene sentido entre él y nosotros”. En otras palabras, Federer representa el punto de encuentro entre la innovación técnica de On y el legado de moda y la capacidad de mezclar prendas básicas más clásicas con ropa deportiva de alto rendimiento de BEAMS.
Si bien la semilla de la colaboración entre On y BEAMS se plantó cuando Arai conoció a Federer, esta realmente despegó durante una visita a Suiza.
“Nos habían invitado a Zúrich para que viéramos la sede, y fuimos a hacer una ruta”, recuerda Gonzo. “Escalamos montañas enormes, era como hacer trail running”. Este reto físico –que consistía en tratar de llegar a lo más alto– unió aún más al equipo. “Nos enamoramos de todo lo que hace On”, afirma Gonzo. “Su innovación es de alto nivel, vimos cómo fabrican cada prenda, cómo hacen la ropa, cómo hacen las zapatillas. Es algo totalmente distinto de lo que habíamos visto antes: están haciendo algo nuevo”.
Con esta colaboración, BEAMS y On tratan de combinar ese hincapié en el rendimiento con el estilo característico del tenis. Y es que este deporte tiene su propia moda, puede que incluso más que cualquier otro: algunas de las prendas más famosas del mundo –como las atemporales zapatillas blancas o los polos- empezaron llevándose en la pista, y algunos jugadores han llegado a convertirse en iconos de estilo por derecho propio. Un gran motivo por el que el estilo del tenis ha sido capaz de ir más allá de la pista es un factor muy técnico y prosaico. “En otros deportes, llevas zapatillas específicamente para jugar”, señala Arai. “En el tenis, en cambio, puedes llevarlas mientras juegas, pero también cuando sales por ahí”.
Fuera de la pista, el tenis también cuenta con un lenguaje de la moda propio, derivado de los exclusivos clubs deportivos en los que nació y que ahora se está reinterpretando. “El tenis es el deporte más cercano a la moda”, apunta Gonzo. “Hay jugadores legendarios que llevaban americanas y chinos antes de saltar a la pista. Existe una forma de vestir característica de las escuelas preparatorias y las universidades de élite americanas muy cercana a la cultura del tenis”. El estilo preppy ha vuelto a entrar en el léxico cultural en los últimos años, ya que una nueva generación de seguidores ha descubierto su legado y lo está reinterpretando. Celebridades como Tyler, The Creator o Gigi Hadid –además de diseñadores como Nigo o Pharrell Williams– han demostrado con creces que sigue muy vigente. Aficionados muy jóvenes de todo el mundo llevan camisas Oxford, mocasines de cuero y chaquetas de vestir de una forma que subvierte todas sus connotaciones elitistas. Teniendo esto en cuenta, no sorprende que se estén redescubriendo la cultura y el estilo del tenis.
BEAMS ha bebido mucho de la estética de las universidades de la Ivy League: a pesar de haberse fundado en Japón, la marca es conocida por sus influencias americanas y preppy, y lleva casi medio siglo contribuyendo a desarrollar esta subcultura. “Llevamos 48 años vendiendo americanas, chinos y zapatillas”, comenta Gonzo. La historia japonesa de este estilo, no obstante, se remonta a una fecha incluso anterior: la de la publicación de Take Ivy en 1965, un libro de fotografía que documenta el estilo de los estudiantes estadounidenses y que suscitó un gran interés en el país nipón. BEAMS se fundó una década más tarde.
Para la colaboración de la marca con On, sin embargo, el equipo de BEAMS se fijó en un aspecto distinto de la cultura del tenis. La colección no se centra en el mundo rígido de los exclusivos clubs deportivos, sino que tiene una fuerte influencia urbana, en parte basada en la propia experiencia de Arai, que creció jugando al tenis en los 90. Arai empezó a jugar a los 8 años, y esto incluso le valió una plaza en la universidad. Además de una pasión imperecedera por este deporte, también le hizo interesarse por otras cosas: “Aprendí sobre moda y zapatillas jugando al tenis”, explica. En aquellos días, Arai usaba prendas grandes y holgadas en la pista, más inspiradas en la cultura urbana que en las estrictas reglas del tenis. La práctica también lo introdujo en un nuevo mundo que le sigue encantando a día de hoy: el del calzado. “Debe de tener como 1000 pares de zapatillas”, bromea Gonzo.
Ese solapamiento entre el tenis y la cultura urbana es el punto de partida de la colaboración entre BEAMS y On. Los perfiles son más holgados que en la ropa de rendimiento tradicional, y la colección incluye chándales, camisetas y shorts. “Estamos haciendo todas las prendas un poco más grandes para que la gente pueda usarlas tanto para jugar al tenis como para salir a tomar algo en Harajuku”, dice Gonzo. “La colaboración está a caballo entre el tenis serio y la cultura urbana, por eso la hemos llamado Street Tennis Club”.
Además de la vertiente de ropa, también hay un par de zapatillas THE ROGER Pro que mantienen la línea dentro y fuera de la pista. “Hasta las personas que no juegan al tenis llevan zapatillas de tenis”, añade Gonzo. “Puede que ni sepan que son zapatillas de tenis”. Las zapatillas THE ROGER Pro vienen en la misma paleta de colores Ivory y Evergreen que el resto de la colección, un sutil guiño al blanco del código de vestuario y al verde de la hierba de las pistas de Wimbledon que tantas alegrías ha dado a Federer.
La colección, que saca el tenis a la calle, está dirigida a una nueva generación de aficionados. Este deporte siempre ha sido impulsado por personalidades, y algunos jugadores en activo están consiguiendo atraer a un público diferente. El año pasado, Netflix estrenó Break Point, un documental que ofrece una visión entre bambalinas siguiendo a un apasionante grupo de promesas del tenis. Durante sus dos temporadas, la serie presenta a los aficionados a figuras como Stefanos Tsitsipas o Frances Tiafoe, entre otras.
Otro jugador que sale en Break Point es el talento emergente Ben Shelton, atleta de On y uno de los favoritos del equipo de BEAMS. “Su estilo de juego es muy activo, muy fuerte, sabe cómo motivar al público”, dice Gonzo, estableciendo comparaciones entre Federer y Shelton. “Ambos jugadores tienen estilos de juego distintos y eso los hace icónicos, y no solo en el tenis. El tenis puede crear ese tipo de personalidad, y a las nuevas generaciones les gusta este tipo de personas; eso está haciendo que se interesen más por este deporte”.
Inspirada en el enfoque inclusivo y moderno de las nuevas generaciones del tenis –tanto de jugadores como de aficionados–, la colección es más relajada e informal. En parte, esto queda reflejado en unos cortes más sueltos y holgados en las propias prendas, y en parte, en cómo se exhiben las prendas. “Queremos demostrar que una chaqueta de chándal se puede llevar con vaqueros o con chinos: cada una de las piezas puede llevarse tanto en el día a día como en la pista”, señala Gonzo. “Shingo puede llevarlas para jugar y yo para sentarme junto a él y tomarme algo”. Esta enérgica colección refleja los mundos del descanso y del juego.