Atleta, madre, viajera: esta alemana compagina múltiples facetas. Su recompensa es una larga trayectoria de grandes logros. Empezó a tomarse en serio el running en el internado donde estudiaba y, en cuanto terminó, se dedicó a correr a nivel profesional. Con los Juegos Olímpicos de París en puertas, ni se plantea bajar el ritmo. “Correr es mi vida”, afirma ante la perspectiva de participar por cuarta vez en una olimpiada. “Me gusta poner a prueba mis límites”. A largo plazo, es posible que veamos su transición a road running. “Aún me quedan sueños que cumplir”.