

Nuevas investigaciones ayudan a explicar el porqué de la euforia del corredor. Exploramos esta insólita sensación y compartimos ocho sencillos pasos para alcanzarla.
Sientes hasta la última fibra muscular, tu pulso se acelera y tu circulación va cada vez más rápido. Pero no puedes parar. Sigues corriendo más y más lejos. Y, de repente, ocurre. La fatiga que sentías desaparece. Una ola de energía te inunda y crece a cada paso que das. El dolor se vuelve euforia y tus piernas vuelan sobre el suelo. Tanto si atraviesas un bosque húmedo como si corres sobre el gris asfalto, la euforia del corredor te hace sentir como un auténtico superhéroe.
Desde atletas recreativos hasta campeones de ultramaratón, la mayoría de los corredores suelen describir la euforia con frases como éstas:
«Corres sin esfuerzo... La mente se queda en blanco».
«Literalmente, estás corriendo en tu propio mundo y disfrutas de cada momento».
«Ojalá esa sensación de felicidad durara para siempre tras cruzar la línea de meta».
«La carrera se me hizo realmente fácil una vez que pasé al estado de euforia».
Está claro que es mucho más que una sensación agradable: es una sensación increíble. Pero ¿en qué consiste? ¿Es un hormigueo? ¿Un estado de absoluta claridad mental? ¿Tal vez incluso un lugar interior al que solo llegan los corredores? La recompensa de la euforia del corredor es como un subidón, una sensación de pura euforia que libera nuevas reservas de energía. Su intensidad y duración no pueden medirse con precisión y dependen siempre de la situación y del tipo de corredor.
En otras palabras: son tus propios límites de rendimiento los que te impiden alcanzar esa esquiva euforia del corredor y la increíble sensación que produce. Es un obstáculo difícil de superar, una barrera difícil de romper. Requiere fortaleza mental, determinación y, por supuesto, una cierta confianza en uno mismo. Pero la recompensa valdrá la pena.
Puedes correr cinco kilómetros, diez kilómetros, incluso quince o más. Sigue esforzándote hasta que tus músculos y tus huesos empiecen a notar el cansancio. Abandonar sería algo natural llegados aquí, pero ahora es el momento de perseverar*. Precisamente cuando empiezas a experimentar estos síntomas, y si puedes mantener el ritmo, es cuando te estás acercando a la euforia del corredor.
Avanza un poco más y, de repente, sentirás cómo la gravedad libera tus pesadas piernas. Te parecerá flotar, en vez de correr, y te invadirá una sensación de ligereza: has llegado al club de la euforia del corredor. Una vez que hayas sentido esta recompensa por tu esfuerzo prolongado, tu percepción cambiará y querrás volver a alcanzar esta sensación una y otra vez.
La sensación es increíble, pero ¿qué ocurre exactamente en nuestro cuerpo cuando alcanzamos la euforia? Sorprendentemente, las investigaciones no coinciden en la causa exacta, a pesar de ser un fenómeno que millones de personas afirman haber experimentado. Empecemos con una «clase de ciencia»:
Durante mucho tiempo se pensó que la liberación de endorfinas era el desencadenante de la euforia del corredor. Pregunta por qué la gente hace ejercicio y las endorfinas a menudo aparecerán como la razón por la que soportan el malestar. Pero quizás estas hormonas naturales que eliminan el dolor no sean realmente la causa de que el ejercicio haga sentir bien.
Las endorfinas se producen en el cerebro y se liberan cuando se hace ejercicio. Cuando nos exponemos a ejercicios prolongados de resistencia las liberamos aún más. Químicamente, son similares a los opiáceos y pueden causar insensibilidad y estados mentales de intoxicación.
Sin embargo, los resultados de investigaciones más recientes demuestran que las endorfinas no atraviesan la llamada barrera hematoencefálica, es decir, son demasiado grandes para llegar al cerebro y provocar ese subidón mental. Lo que nos lleva en una nueva dirección...
Varias pruebas sugieren que, en realidad, son los endocannabinoides los que causan la euforia del corredor: los mismos que se encuentran en el cannabis. Estas sustancias químicas se unen a los mismos receptores del cerebro que el THC, el compuesto psicoactivo del cannabis responsable del «colocón». Y se ha demostrado que tu cuerpo las produce mientras corres, lo que ayuda a desencadenar internamente un estado de euforia. Las últimas investigaciones sugieren que son estos compuestos químicos, y no las endorfinas, los responsables de la euforia del corredor. Sin embargo, en el mundo del running se siguen identificando las endorfinas como la causa. Quizá se deba también a que «endocannabinoides» es una palabra algo difícil de pronunciar.
En cualquier caso, nuestros cuerpos están diseñados para alcanzar esta intoxicación natural a nivel bioquímico. Así que, sea cualquiera que sea la causa del subidón, trata de liberar esa energía estimulante en tu próxima carrera.
Hacer ejercicio para conservar la salud no solo produce sensaciones agradables, también es sumamente beneficioso. Todos lo sabemos. Sin embargo, hay personas físicamente activas que hacen ejercicio con regularidad y a veces se preguntan si alcanzar este estado de euforia podría ser dañino. La respuesta es sencilla: nos complace informaros de que no lo es en absoluto, porque la sensación de drogarse en sí misma no es nociva en modo alguno.
Dicho esto, existe un riesgo (relativamente bajo) de que los efectos de esta sensación de euforia te distraigan de posibles peligros; igual que estarías menos alerta bajo la influencia de las drogas. Así que, como de costumbre, debes ir con cuidado cuando corras.
También existe la posibilidad de que esta euforia que experimentas se convierta en una adicción, lo que puede llegar a ser perjudicial: nada es bueno en exceso, hay que tenerlo en cuenta.
No, pero conseguirla requiere esfuerzo. Así que ten paciencia. Cada atleta tiene un umbral distinto que debe cruzar antes de experimentar la euforia del corredor. Posiblemente tengas que poner a prueba tus límites físicos y mentales, o incluso superarlos durante el recorrido.
Correr distancias más largas aumenta las posibilidades de alcanzar un estado de euforia. A veces se puede llegar a esa sensación de intoxicación en distancias más cortas, y el entrenamiento regular aumenta las posibilidades de que puedas experimentarla repetidas veces. ¿Quieres salir en busca de la euforia del corredor? Estos ocho pasos te ayudarán a conseguirlo:
Si tienes en cuenta lo siguiente aumentarás tus posibilidades de conseguirlo:
Elige unas zapatillas que sean ligeras y que permitan una transición fluida para que puedas moverte como es debido. Las nuevas Cloudflow cumplen todos estos requisitos. Bueno, por algo se las llama el «atajo hacia la euforia del corredor».
Haz un entrenamiento intenso el día anterior a tu carrera . Los músculos en recuperación provocan que los neurotransmisores entren en acción, preparándolos para la carrera del día siguiente.
Los niveles de endocannabinoides son tres veces mayores después de despertarse, y una rápida ducha fría (un minuto es suficiente) los activará aún más.
Las hormonas del estrés contribuyen a llegar a la euforia, así que engaña a tu cuerpo para que las produzca gritando a pleno pulmón (de nuevo, un minuto es suficiente, si no quieres enfadar a tus vecinos).
Corre a más del 80 % de intensidad, lo que significa que ya no podrás mantener una conversación normal.
Escucha a tu propio cuerpo y no te preocupes por las marcas personales, los tiempos o las herramientas. Concéntrate únicamente en tu entorno, en la ruta y, sobre todo, en tu ritmo.
Corre en algún lugar poco conocido: en pleno bosque, en carreteras tranquilas, frente al mar. Cualquier sitio que sea una novedad y estimule tus sentidos.
Los días despejados y soleados pueden provocar una sobrecarga sensorial, mientras que la lluvia desencadena el sistema inmunitario del organismo. Ambos potencian la producción de endocannabinoides.
Por mucho que tengas que correr para alcanzarla, la euforia del corredor es la recompensa por tu disciplina y tu entereza. Ninguna zapatilla te hará alcanzarla por sí sola. Pero las Cloudflow se llaman el «atajo hacia la euforia del corredor» por algo. Cuentan con una gran amortiguación y son ligeras para ofrecerte mayor velocidad y comodidad, tanto a la hora de entrenar como el día de la carrera. Diseñadas para que las sientas como un calcetín más que como una zapatilla de running de alto rendimiento, son tan cómodas que podrás usarlas nada más sacarlas de la caja.
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*Nota: Tu salud siempre debe ser lo más importante. Nunca fuerces tu cuerpo hasta el límite de ponerte en peligro o correr el riesgo de lesionarte.